En palabras de Marcos: Hoy asistimos a una deconstrucción de todo el tinglado religioso que había montado la humanidad durante doce mil años. Las ciencias nos obligan a cambiar. Hay una gran mayoría de personas religiosas que no quieren cambiar ni complicarse la vida, porque buscan seguridad. Pero una religión que no cambia está muerta. El problema no es que los dogmas se hayan quedado obsoletos, los ritos se hayan desfigurado o las normas morales hayan dejado de tener valor absoluto. El drama, para la religión cristiana, consiste en que el mensaje humanizador y liberador del Evangelio no llega a los jóvenes ni a la gente mejor formada. La mayoría abandona la religión porque no les dice ni aporta nada. Agobia una religión llena de prohibiciones y normas.
La radical separación que se ha querido hacer desde hace unos siglos entre lo religioso y los demás aspectos de la vida humana, nos ha llevado a una esquizofrenia estéril y muy difícil de superar. La vida del ser humano es una y única. Si la partimos en compartimentos estancos corremos el riesgo de descoyuntarla.
La experiencia de Dios, en todos los tiempos, siempre ha sido auténtica, pero en cada época se expresa de manera distinta. La experiencia de unidad es común a todas las mujeres y hombres místicos. Esa experiencia mística resulta agradable, según los estudiosos del cerebro humano, que hablan de una situación de pura paz y armonía. Es como si desaparecieran el tiempo y el espacio y te sintieras unido a todo lo existente. Somos algo mucho más profundo que lo que pensamos o.lo que sentimos. Y esa experiencia, a la que ayuda la meditación, es accesible a todos. La lectura atenta de cualquier texto de autores místicos llega a lo más hondo y emociona. Se puede acceder a una verdad no racional, sino intuitiva, que no anula sino que potencia la conciencia de ser personal, a la vez que lanza más allá de las individualidad, de la dualidad, de la separación.
Vivo y sobrevivo a la iglesia de hoy porque he perdido el miedo. Así de sencillo.
Pasaron ya algunas llamadas al orden a las que respondí. Vivo en Parquelagos en una comunidad que comencé hace más de 40 años
Solo el ser humano que es capaz de conocer y amar puede acceder a la vida divina. Nuestra conciencia individual tiene importancia sólo como instrumento, como vehículo para alcanzar la vida definitiva.
Notas
Próximamente Capitulo 2: Celebramos el cumpleaños de un muerto, Jesús. ¿Los cumpleaños no se celebran en vida? Buscar los comentarios de El Hereje en www.madridmarket.es
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El dominico Marcos Rodríguez Robles, El Hereje ha escrito una larga colección de libros que invitan a atreverse a pensar y e intentar cambiar el mundo.