En cualquier ecuación* política de las que se desarrollan en nuestra península, tan ibérica ella y su circunstancia, está restado el amor a lo social y el odio a lo diferente. Lo mires por donde lo mires. Vamos de perfil caminando hacia la ninguna parte de un pensamiento confuso e intrascendente. La insensatez acabará con los modelos de análisis, con el razonamiento, con la sana confrontación dialéctica y con el compromiso con lo humano. A esa bajeza nos han orillado, desde su escasa altura intelectual, nuestros legítimos representantes y sus crecidos mamarrachos manguirulos. El esparaván cojo de estos solípedos, que han amparado las gestas económicas que limpiaron nuestros bolsillos y llenaron las arcas de unos sinvergüenzas, no tiene explicación ni literaria, ni política, ni estratégica. Es penoso ver cómo tratan de mantener su culo limpio con papel de doble hoja, argumentando la defensa partidista entre el “y tú más y el y tú menos”. El bochorno les da para hiperventilarse y para dar metáfora y pico más a la contienda. No hay puñales a primera sangre, porque como dice el dicho inglés: la sangre es más espesa que el agua y al final todo queda en familia. Triste. Muy triste. Más triste que un partido de balonmano con mutilados de manos izquierdas contra mutilados de manos derechas. Mucho más triste si los marcadores están igualados y en una prórroga sin final, mientras los árbitros van cambiando las reglas ante un público que no sabe que están manipulando su griterío. El último caso mediático de corrupción del PP, posiblemente el más grave de la historia de la democracia en nuestro pais, con tintes según el juez de Tarragona que en su trabajadísimo auto Montorescente se explaya en cohechos, fraudes prevaricaciones, extorsión, corrupción en los negocios, negociaciones prohibidas, tráficos de influencias, falsedades documentales y otro porrón de lindezas, nos deja ojipláticos. -Ocho años, ocho- currándose un asombroso dosier inculpatorio. Tanto que rumiar y tanto que suponer dan para mucho. El PP y el PSOE , por lo visto tienen tanto-tanto- tanto que ocultar que no les vemos la manera de empaparse con el contumaz aceite de la verdad que, físicamente, por mor de la densidad, siempre queda arriba. El aceite que incluso para la justicia es una grasa liquida a temperatura ambiente tiene, como la verdad, múltiples propiedades beneficiosas, pero oculta sibilinamente que sus 9 calorías por gramo son peligrosas si no existe moderación en el consumo. Es muy sospechoso que estos ambiguos encubridores de chorizanganos nos propongan una dieta para que nuestros derechos de información no engorden hasta explotar contra sus feas artimañas del “yo no fui”. Nos falta saber nombres y apellidos de quiénes corrompen. ¿Quiénes son esos otros muchos hijos de puta? Por lo menos sabríamos a quienes más podríamos escupir a la cara con buchitos de ricino. De quienes son odiadores de lo diferente a tiempo completo sí sabemos los nombres y apellidos. Sabemos quiénes son sus ejecutores brazos en alto y quiénes son sus ideólogos porque son tan desvergonzados que no lo ocultan. Peo no diremos aquí ni su nombre ni sus apellidos para no manchar esta página cimarrona que, como siempre, pretende, sin ser excesivamente educada, mostrarse limpita y embadurnada en fino aceite de almendras, primera prensa sin filtrar, muy apropiado para las urticarias.
*-En matemáticas, una ecuación es una igualdad entre dos expresiones que contienen una o más incógnitas, y una resta o sustracción es otro tipo de operación que consiste en quitar una cantidad de otra. Nota por si algún despistado no pilla el tempo del artículo.