Con el Papa León XIV, Robert Prevost, Donald Trump ha puesto una bandera norteamericana en el mundo espiritual cristiano. Y la ha puesto por muchos años, pues Prevost, esperemos que no le suceda nada malo, tiene apenas 70 años, mucho tiempo por delante.
Pero sigamos. ¿No os pareció curioso ver a Donald Trump en el funeral del Papa Francisco? A Francisco, cuando lo nombraron número 1 del universo cristiano, los norteamericanos le enviaron una delegación diplomática, pero Obama no fue. ¿Qué vino pues a hacer Trump por Roma, además de romper con el protocolo, iba de azul y no de negro, y de reunirse cara a cara con Zelenski?.
¿Vino acaso a rezar? Donald Trump ha tenido una relación compleja y, en ocasiones, ambigua con la religión. Fue criado en la fe presbiteriana, una denominación protestante, y durante gran parte de su vida adulta se identificó como tal. Sin embargo, en octubre de 2020, declaró que ya no se consideraba presbiteriano y que ahora se identificaba como cristiano no denominacional .
A pesar de esta declaración, muchos observadores han cuestionado la profundidad de sus creencias religiosas. Según una encuesta del Public Religion Research Institute, aproximadamente el 40% de los estadounidenses cree que Trump utiliza la religión principalmente con fines políticos. No obstante, ha mantenido una estrecha relación con líderes evangélicos, como la pastora Paula White, quien ha sido una de sus asesoras espirituales más cercanas
En términos de acciones políticas, Trump ha promovido iniciativas relacionadas con la libertad religiosa. Por ejemplo, en mayo de 2025, estableció una Comisión para la Libertad Religiosa durante la celebración del Día Nacional de la Oración en la Casa Blanca
Poca cosa para un hombre que se ve mayor y quiere aprovechar lo que le quede de mandato para hacer resurgir el sueño americano. Ese sería su legado. Todas sus medidas parecen ir en la dirección de que EE.UU vuelva a ser grande. No ha dejado de tomar medidas que invitan a pensarlo, desde el ataque con aranceles a los chinos, su pesadilla, a la presión a la que tiene sometidos a sus aliados europeos para que inviertan más en armas. Sí, este hombre tiene un sueño y puede que nos cueste caro.
¿Qué precio tendrá este Papado? ¿Se podrá comprar? El actual podría costar la deuda que dicen que tiene la iglesia Católica, que se calcula en 83 millones de euros, más los 5600 millones de euros que gestiona el Banco del Vaticano y su patrimonio artístico y urbanístico, que alguna prensa dice superar los 4000 mil millones de euros. Estamos hablando de alrededor de 10.000 millones de euros. ¿Mucho dinero? Elon Musk, Bill Gates, y otras familias ricas superan los 100.000 millones de dólares, cuando no los 300000 millones. Así que si, hay quien puede comprar un Papado, o lo que es igual, la Iglesia Católica.
León XIV es norteamericano, pero dicen que está en las antípodas ideológicas de Trump y que entre los 133 cardenales que lo eligieron había otro más afín. Así que muchos no ven a León XIV como a alguien que si no se vende, al menos se mostrará obediente a Trump, que es otra manera de venderse, de poner precio al Papado. Lo iremos viendo, qué dios gana, si el cristiano o el norteamericano.
La Iglesia siempre ha sabido colocarse políticamente cerca del poder y esta vez, por mucho que ruja el león, no será distinto.
Más que nunca, puede que a la Iglesia le interese estar o simular que está cerca de Trump. Al lado de los pobres y desvalidos estará a su manera, siempre lo ha hecho, pero nunca se había dado un tiempo como este, en el que asistimos a una desconocida y vibrante pugna para hacerse con el liderazgo del mundo. Los BRICS contra EE.UU., y la UE, por primera vez pensándose si cambia de bando.
Así las cosas, el control del Papado, creemos, cobra hoy más importancia. Y Trump lo sabe, es consciente de que el espíritu religioso, las creencias, la fe, ayudan a manejar la conciencia de la gente, más ahora que se cuenta con sofisticadas neurotecnologías para leer o modificar las emociones y pensamientos. Cada vez estamos más cerca de vivir en una película de ciencia ficción y puede que se avecinen guerras que aún no podemos ni adivinar.
Lo que sí está claro es que el león está de parte de las multinacionales farmacéuticas, lo que equivale a decir que está al lado de los grandes fondos de inversión. Los no vacunados están ahí en su mayoría, vivitos y coleando, los vacunados por el contrario le costaron una fortuna a los estados.
Que sepamos no es un fake. Pero si alguien lo sabe, que lo diga.. Gracias