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Claves de la entrevista
Hablamos con el médico y cirujano Noel Rodrígues, de Guatemala, experto en medicina integrativa, de la pandemia. “Tuve que pagar para que me dieran una cartilla de vacunación para mí y para mis hijos”, nos dice, y recuerda también que le amenazaron. “Me dijeron: si vas a creer en esto vas a crear un huracán y vos vas a estar en el ojo del huracán. Eso aquí, en Guatemala, significa que vas a perder la vida”.
Para este doctor, “vamos arrastrando las consecuencias de una vacunación que en realidad fue una terapia génica”, aunque advierte que “no tenemos una fotografía del virus de la COVID, no lo han podido ni aislar ni reproducir”.
De la vacuna, el doctor Rodrígues asegura que es “muy tóxica e ingresa en el código genético, y esto causa problemas muy serios de salud. También advierte que “lo que encontraron en las autopsias fueron grandes cantidades de coágulos… no se habían visto jamás en la historia de la medicina”.
En cuanto al CDS, confiesa que él estuvo tomando dióxido de cloro durante la pandemia y fue con CDS con lo que trató a todos sus pacientes. “Con el dióxido de cloro visité al ministro de Salud, a 6 viceministros, y a los principales directores de los principales hospitales. Y algunos de ellos tenían una doble moral, hacían una cosa y decían otra. Estuve con el presidente de la Comisión de Salud Pública del Congreso, me dijo que no podían pronunciarse en contra de la vacuna porque la orden que tenían del presidente es que promovamos la vacunación”. Pero él parece tenerlo claro: “Yo no perdí ni un solo paciente de COVID y capacité a un grupo grande bomberos para usar el CDS por vía intravenosa” Aunque parece haber encontrado nuevas armas contra la enfermedad. “He estado usando el Spooky, que es radiofrecuencia. Verá, todos los seres que tenemos masa tenemos un índice eléctrico, una vibración. Lo creó el doctor Royal Raymond Rife en 1940 y cuando se dieron cuenta de la eficiencia de la biorresonancia en salud las multinacionales se asustaron, lo declararon loco, lo metieron preso y terminó muerto”. Ahora, continúa: “la doctora canadiense Hulda Clarck, ya fallecida, creó un aparato que llamaron Zapper y uno lo usa para pacientes con SIDA, con hepatitis C, con cáncer… Y hace unos años apareció un grupo de ingenieros con un aparato que se llama Spooky 2, que no solo hace diagnósticos, sino que propone las biofrecuencias que vas a usar en tus pacientes para tratarlos, y suceden cosas impresionantes. El Spooky estabiliza la carga eléctrica de tu ADN, que empieza a trabajar mejor. Lo repara si está fracturado. Con él puedes destruir parásitos, hongos, bacterias, microbios…” Y añade: “Tiene más de 60000 frecuencias que hacen un barrido y te puede hablar de las células que están enfermas”.
Por otro lado, está preocupado por lo que sucede en su país y asegura que durante la pandemia “Compraron una cantidad millonaria de vacunas Sputnik a los rusos, pero esas vacunas no llegaron nunca a Guatemala”.
CV doctor Noel Rodrigues
Médico y cirujano
Diplomado en gerencia médica y hospitalaria
Autodidacta en medicina alternativa
Cursos de terapia neural
Licenciado en teología
Cds cura el covid pero la mafia farmacéutica corrompe presidentes se debe buscar la manera de exponerlos al mundo