Volvemos a hablar con la doctora Nadiya Popel, quien mañana volverá a su puesto de trabajo en el hospital Mateu Orfila de Menorca. la doctora comienza recordando los prolegómenos del conflicto laboral: «En febrero celebramos juicio porque yo tenía 4 exenciones médicas, pero en Urgencias y en el hospital donde trabajaba no aceptaron que yo trabajara sin mascarilla. Yo tenía hechas revisiones por médicos privados y ellos quisieron que me hiciera una revisión con médicos públicos concluyendo que no veían necesidad de no llevar mascarilla, reconociendo sin embargo que yo tengo una patología facial y eso es un impedimento para llevar mascarilla. Y eso que le presentamos todo tipo de estudios que demostraban su inutilidad contra los virus.
Hace un año me podían haber admitido sin mascarilla, aunque sea como excepción, pero pusieron muchas pegas, y ahora que dicen a los demás que pueden quitarse la mascarilla ya no ven impedimento para que yo vaya sin ella. Pero si no ha cambiado nada, el hospital sigue funcionando tal y como estaba funcionando. Además, se ha hecho un estudio comparativo de más de 200 estudios con mascarillas y la conclusión es que no sirven para nada. De lo que se deduce que los médicos se fían más de órdenes políticas que de estudios de científicos. Y eso que la incidencia de casos de COVID era prácticamente inexistente desde hacía dos años».
Así ha llegado aquí: «A mí me han llamado hoy y me han dicho que mañana me tengo que incorporar a Urgencias a trabajar sin mascarilla».
Inteligente, hábil y valiente, la doctora se ha enfrentado a los molinos de viento: «Soy una persona contra una institución y no cualquiera puede hacerlo y los jueces también tienen que ser muy valientes para no perjudicarse a sí mismos y opinar de manera ética». También se acuerda de otros personajes del conflicto judicial. «La abogada contraria vestía traje, tenía apariencia de mujer seria y responsable, pero mentía en todo lo que decía».
Sabe que en su hospital no la quieren ni ver: «Quisieron hacer un trato para que yo no estuviera presente en el hospital. Tengo que decir que no me quieren ver mucho en el hospital y estaban dispuestos a pagar sin que yo trabaje. No estoy muy contenta de reincorporarme porque se lo que me espera. Se que me esperan fármacos cuando hay mejores alternativas, más rápidas, y mis compañeros, que siguen protegiendo su casta médica para que no se derrumbe».
Pero se siente firme, y advierte: «No están contentos porque saben que lo que voy a ver lo voy a divulgar».
VÍDEOENTREVISTA CON LA DOCTORA NADIYA POPEL