Vinod Khosla, uno de los más famosos ganapastas de Silicon Valley, ha manifestado en una conferencia publicada por Bloomberg dirigida a los más listos de la nueva clase política económica que, en el futuro, a casi todos los curritos nos arrimarán el sueldo por no hacer nada. Este virguero de las finanzas tecnológicas lo deduce de un criterio, en principio, un poco discutible: “el 80% del trabajo lo realizará IA”. La muy poco tonta IA le está dando ya un revolcón al mundo laboral, y pronto asumirá, (si no lo ha hecho ya), la gran mayoría de las tareas relacionadas con el gran trabajo mecánico. Es bien cierto que no estamos demasiado lejos de que se produzca ese cambio paradigmático al ritmo aritmético al que se desenvuelven sus tentáculos y asumimos sus ayudas tecnológicas. Así se ha despachado este sujeto indio americanizado, que no se despeina por estar entre los 100 primeros amasadores de la lista Forbes: «Calculo que, en los próximos 25 años, posiblemente el 80% del 80% de todos los trabajos podrán ser realizados por una IA, ya sean médicos de atención primaria, psiquiatras, vendedores, oncólogos, trabajadores agrícolas o de líneas de montaje, ingenieros estructurales, diseñadores de chips, etc. Y, sobre todo, ¡la IA hará el trabajo mejor y de forma más consistente!». Como leve es APELOTANTE. Para cuando la sociedad esté dispuesta a comenzar el disfrute de tocarse los huevos a dos manos, se les planteará a los gobernantes el problema de justificarse en su posición, adoptando medidas justas y proporcionales de un calado que, hoy día, son muy difíciles de imaginar, aunque algunos -(los más aprovechaditos e informados)- ya vacilen con el asunto, pensando en que un elevado ingreso básico universal sería el mejor igualador para la redistribución de la pasta entre los ciudadanos. Entonces , si llega a ocurrir como podemos suponer que a buen seguro ocurrirá, será el momento de darle una pensada a aquellas viejas teorías de la visión marxista, donde muy probablemente la golosa redistribución no podría ni resolver ni modular aquellas cuestiones económicas fundamentales del capitalismo , que solo se conseguirían con una profunda transformación para la implantación de una economía entrecomilladamente socialista, que tampoco servirá, porque esa bestial innovadora y valiente IA reducirá sistemáticamente la precariedad manifiesta del trabajo humano y por si misma creará una molosa renta básica universal para todos los públicos, que hará innecesarios estos “obscenos paquetes azules y rojos que votamos “,empecinados en hacer mierda nuestros anhelos y nuestros destinos nacionales , volteando nuestros mejores sueños al lado más frio de la almohada. ¡Que no se sorprendan cuando desaparezcan todos estos chupatintas del camino de la justicia social.