A fecha de hoy existen más de 50 guerras activas a nivel mundial. Los niños de Gaza, los jóvenes de Venezuela, los muertos rusos y ucranianos o las terribles guerras civiles como la de Sudán nos dan la medida de nuestra inutilidad como ciudadanos del mundo, incapacitados para la protesta. Lo peor es que sin esa universalidad vergonzante tambien tenemos agotadas las reservas de encabronamiento y pelea por lo justo , en lo que nos es por cercano prioritario. Por ir a lo más relevante de la actualidad española nos detendremos a llorar con lágrimas de cocodrilo por esos a los que ellos dicen que robamos. Si hacemos memoria recordaremos a un Aznar- presidente del PP- que regaló a Catalunya el 30% del IRPF , el 100% de patrimonio, sucesiones y juego para llegar a la Moncloa, y ahora vomita contra Sanchez como vomitó contra Zapatero, e incluso contra Rajoy, por sus jugosas concesiones a los nacionalistas nacionaleros que no hicieron otra cosa que ceder todo lo torticeramente tolerable para poder alcanzar y para apiojarse en el deseado trono del gobierno. Nadie vomita, ante la evidencia legitima (¿?) contra el IRPF que se embolsan Euskadi o Navarra por el morramen histórico. SÍ. Estamos incapacitados para la reprobación de estas cuestiones que nos incumben, de las que no les interesa nuestra opinión que se resigna capadita y acalorada a la vacilada en tasca de refrescantes cañas baratas, codo en barra. Este Agosto de sisas en la bolsa común lo recordaremos con humor, porque “el pelocho” se toreó a sus amiguetes mossos de una forma ridícula, televisada y previsible. Esta tonteria de un malversador perseguido nos ha dejado a los pies de los caballos, aunque un memo como Eduard Sallent- jefe de los Mossos- diga, sin que se le caiga la cara de vergüenza, que se les escapó el coche del _Pig-demont_ “porque un semáforo se puso en verde”. Ese semáforo en verde es el que pedimos a gritos para poder acusar a todos los políticos del universo de INÚTILES. El semáforo rojo está apagado para esas gentes que soñamos lo que soñaba la maravillosa poetisa catalana ELISABETH MULDER, que se anticipó a lo que pensábamos del mundo y de nosotros mismos con un poema que os dejo para ensimismamiento veraniego.
Roja, toda roja vi siempre la vida;
como una inmensa hoguera
donde quemaba bien
mi pobre corazón, rojo también.
Todo rojo el camino,
todo rojo el sendero
a seguir
y el día a vivir.
y rojo el mundo entero.
Rojo de amor,
y de dolor
y de horror…
En ese vasto incendio
(brasa, flama, carbunclo),
que todo centelleante apareció,
en esa luminaria,
¿qué había de ser yo,
alma furtiva
y temeraria,
qué había de ser yo
sino una llama viva?