“O este Gobierno o España”

Ni más más, ni más menos. Esta perogrullada exclusionista en boca de Feijoo, contra una mayoría numérica de españoles que no comulgan con “lo suyo”, nos aleja sin tino de lo que pudiera considerarse normalidad política del siglo que corre. Esta animalada solo concebible en cabeza enferma, “ahíta de silla de poder con grelos y ansiosa de chaiselongue púrpura”, da a entender a las claras que la única España posible es la de un PP que le mira arrebolado como un santo a una pistola. Sin mover un pelo del cardado, y avalado por una patulea de juristas de su misma beligerante religión conservadora, que nos ningunea, se ha desgañitado voceándonos que estamos expulsados quienes creemos en la democracia que él y sus santísimos forros vilipendian irresponsablemente, con un innoble desprecio deducible de su pérfida maniobra. En su pazo, en su capazo, en su regazo y con su codazo, a la sombra de esa bandera que añora -solo de los suyos-, no cabemos todos los demás. Y por lo tanto y sin abrazo: ¡Patada al bazo! El señor Feijoo está obligado, para que nadie le escupa a la cara sus aviesas intenciones demoledoras que desacatan la ley escrita y jurada, a solucionar, de una manera lo más dignamente posible, el final del secuestro con flibusterismo de looser y alevosía puertatraserista de las dos instituciones fundamentales que conculca: TC y CGPJ. Ha retorcido los pulgares de la legalidad y ha unido a la usurpación un funambulesco bochornoso contubernio de engaños y de intereses torticeros, donde la ley se siente, dice el Boinas, “como pedo en culo de mofeta”. El Articulo 219 lo dice muy clarito en su consideración 10.ª: Tener interés directo o indirecto en el pleito o causa. (Causa de abstención y, en su caso, de recusación). La testaruda y bien pactada en su gestación ley Orgánica del Poder Judicial asi lo establece, pero dos tipos caducados de funciones durante más de medio año, sin vergüenza torera y cara de granito resistente al cincel, se han ciscado en todo lo alto con el descaro y la prepotencia de capataces cortijeros de ese latifundio españolísimo que dicta que: “los cojones son para las ocasiones”. Y es que su “huevísmo” conservador viene “de media, en media docena” y el progresista de “media en media decena”. Dicho a la manera del Boinas: “Faltaron solo justo un par de huevos para equilibrar la balanza”. Pero jugaron a un juego parecido al –teto-, que disponía un fraude donde la regla básica establecida se saltaba permitiendo que los jueces pudieran juzgarse a sí mismos y, como -el que hace la ley hace la trampa- se declararon en trámite de beatificación y, viéndose apurados, se limpiaron las partes con los derechos emanados del pueblo que rigen el Congreso y el Senado. El Boinas , que de escatologías y bloqueos sabe casi tanto como de leyes, en la contemplación de tanta mierda ensuciando los tiempos que la Constitución marca para la renovación del Poder Judicial por parte de todos los líderes que han capitaneado el PP, no se cortó al afirmar en voz bien alta para que le escucharan hasta en el último rincón del bareto: ¡A ver si Feijoo se entera y sus dos neuronas alcanzan a comprender que paralizar la Reforma Legislativa, violentando la Constitución cuatro años seguidos, es como obligarnos a mear de rodillas a los que ya empezamos a cronificar dolorosamente esa “jodía cistitis” que nos producen sus turbias ideas antidemocráticas de vencedores del 36, y el amparo que le han dispensado estos impresentables bienpagados lacayos togados. ¡¡¡Que algunos que no somos del PP somos muy españoles y que picha española no mea sola!!! ¡¡¡Coñooooo!!! Una voz desde el otro fondo le respondió con sorna: ¡Votar la propia renovación es como ser monaguillo pajillero en un burdel de lujo! Anónimamente invité a una ronda para toda su mesa. Un trago largo por la recuperación del estado de derecho. No fue aceptado.