Richard Chiara, doctor en medicina e investigador, es una persona muy amable y, hoy día, en Bolivia, es una persona muy ocupada e importante. Chiara ocupa el cargo de director del Departamento de Investigación Médica en la Universidad de Oruro, institución que junto con la COMUSAV, Colectivo Mundial de Salud y Vida, han creado un Comité Científico de Investigación dedicado al dióxido de cloro. Dicho Comité coordina el trabajo de todas las universidades involucradas en esta investigación. El señor Chiara salió del laboratorio para atendernos unos minutos. (Más abajo están las claves de la entrevista)
LA ENTREVISTA EN VÍDEO
LAS CLAVES DE LA ENTREVISTA
Otras universidades han empezado investigaciones clínicas con pacientes, estandarizado, aleatorizado. Los resultados los presentaremos en el Congreso que se va a desarrollar en marzo en Santa Cruz.
La toxicidad que se le ha atribuido al dióxido de cloro, la más severa, está relacionada con la metahemoglobinemia. Es un proceso de oxidación celular del glóbulo rojo que impide la oxigenación mayor del glóbulo rojo por la saturación de hierro 3. Eso ocurre con el glóbulo rojo en presencia de un oxidante y evita que el glóbulo rojo pueda oxigenarse mejor o tener saturado hierro 3. Eso se ve al microscopio. El glóbulo cambia de coloración. Cuando está con hierro 3 se vuelve más oscuro el glóbulo rojo y no se evidencia oxigenación. Eso se le atribuye al dióxido, que la sangre se vuelva más oscura en su presencia. Pero en laboratorio hemos evidenciado todo lo contrario, que existe una oxigenación y que la membrana celular del glóbulo rojo no tiene afectación. Es decir, el glóbulo rojo combate la oxidación con sus propios antioxidantes suficientemente como para poder responder a esa oxidación que promueve el óxido de cloro.
Pensando en las bacterias, en los virus, no tienen esta capacidad de reducción y entonces pre clínicamente se demuestra que el dióxido de cloro tiene esta función antiviral.
Hemos hecho el primer estudio a 3700 metros sobre el nivel del mar, donde la oxigenación es menor, donde existe esta enfermedad de la poliglobulia y son pacientes altamente vulnerables a la disminución del oxígeno. Los detractores del dióxido indican que existe menos oxigenación, entonces hemos demostrado lo contrario.
Yo, al ser médico inicialmente estaba escéptico sobre el uso del dióxido de cloro.
Había toxicidad, pero no por el dióxido de cloro sino que personas inescrupulosas estaban comercializando hipoclorito de sodio. Eso causaba la toxicidad.
Desde el momento en que la universidad ha puesto a disposición de la gente dióxido de cloro a 3000 partes por millón, con toda la garantía de inocuidad y producción estandarizada, la incidencia de casos de toxicidad se ha reducido drásticamente en todo el país.
En Bolivia se ha aprobado el uso del dióxido de cloro, pero bajo riesgo personal. La persona es la que decide si consume o no y a los médicos se nos ha dado la autorización de poder prescribir el dióxido. Pero como médicos aún no podemos prescribir porque el dióxido de cloro no ha pasado aún el proceso de investigación.
En la EMI, universidad de La Paz, que tiene su hospital militar, se ha hecho el uso del dióxido de cloro bajo un protocolo estandarizado y se tienen resultados interesantes que se han de compartir en el Congreso Internacional de marzo.
El Primer Congreso Internacional de Terapias de Oxigenación Celular va a celebrarse en la ciudad de Santa Cruz, en la universidad René Moreno, del 11 al 14 de marzo.