Se va al súper, se mira en la zona de frutas y verduras. Puede estar o no en oferta. En ese caso el riesgo pudiera aumentar.
Se buscan los fresones en la estantería. Suelen ir en bandejas envueltos con plásticos. Es curioso, todo un misterio científico de la mercadotecnia posmoderna sostenible, que te cobren la bolsa para llevar la compra por mor de la insidiosa huella de carbono y todas esas cosas ecologistas para que luego casi todo vaya envuelto en plásticos u otros productos de la malvada petroquímica, que debe ser que a lo mejor esos no tienen huella ni carbono ni más mandangas del cambio climático climatizable.
Se busca y comprueba el supuesto origen en una fila de palitos que suele tener la etiqueta del envoltorio plástico. Si empieza con 84 teóricamente es de procedencia española pero en realidad nunca se sabe bien del todo. Dado el nivel de incompetencia o corrupción existente en el reino pueden existir cantidad de trampas más o menos consentidas como dar por origen solo el envasado u otras. Pueden venir de Marruecos. Con la ventaja añadida de vulnerar la normativa de transporte vigente que para eso se es moro y no se tiene porqué someterse a cosas y remilgos de infieles. Incluso los mercaderes catalanes aprovechan para colocar sus productos como patrióticos españoles sin tacha en cínico abuso de la legalidad vigente pre amnistía. Pero para eso está nuestra facultad de intuición. Con la mente en blanco y con la bandeja en la mano se pregunta uno a sí mismo: ¿será verdad lo que pone?
Es muy probable, ya dije, que desgraciadamente la mercancía sea moruna. Made in el corrupto sultanato enemigo fabricada con capital judío sionista que es el que mangonea y ordena en Bruselas para cargarse la competencia de los propios agricultores europeos.
Lo peor es que venga perfumada con fecales del moro, llevar hongos o estar producida con tratamientos fitosanitarios prohibidos. Pueden trasmitir hepatitis o producir intoxicaciones u otras enfermedades de difícil etiología. De modo que como más vale prevenir es necesario extremar las precauciones si se sospecha que los fresones sean en verdad de origen moruno.
Para tratar de paliar los posibles defectos o fraudes de la seguridad alimentaria oficial el proceso de limpieza y desinfección de alimentos se vuelve primordial.
En primer lugar, la selección de los mejores fresones frescos y de calidad que nos vendan. Antes de empezar con el proceso de limpieza, mejor escoger unos fresones que sean frescos y se encuentren en buenas condiciones. Para hacerlo, es importante inspeccionarlos visualmente y rechazar los que presenten signos de deterioro o moho.
El siguiente paso consiste en el lavado preliminar bajo agua corriente. Se aclaran los fresones bajo agua corriente fría, ya que eso ayuda a eliminar cualquier suciedad presente en la superficie de los fresones.
Después del lavado inicial, hay que sumergir l0s fresones en una solución desinfectante suave que puede ayudar a eliminar microorganismos nocivos, como bacterias y virus. Una solución desinfectante comúnmente utilizada consiste a mezclar una parte de vinagre blanco con un poco de agua. Se mantiene a remojo unos diez minutos.
Se vuelven a aclarar nuevamente bajo agua corriente fría para eliminar cualquier residuo de la solución y garantizar que están listos y preparados para comerlos.
Después del aclarado final, se secan suavemente los fresones con papel de cocina o un trapo muy limpio para eliminar el exceso de humedad. Es recomendable almacenarlos ya secos en el frigorífico en un recipiente ventilado o en una bolsa perforada para mantener su frescura el máximo de tiempo posible.
Si se siguen estos procedimientos lo más seguro es que los fresones hayan quedado limpios y desinfectados pero por si acaso lo mismo lo mejor sea tirarlos a la basura para favorecer la economía circular, sostenible y resilente. Los envoltorios y bandejas se echarán al cubo correspondiente, distinto del de los fresones. Luego, la administración basurera los mezclarán todos, ya que es una onerosa lata mantenerlos por separado, complica la logística y Davos se nos mosquea.