Gogol, que es tal vez la versión más exasperada y delirante del primitivo corazón del norte, nos advierte de la avenida Nevski, que engaña todas las horas del día, pero mucho más por la noche, «cuando el propio demonio enciende las luces con el único fin de que todo parezca distinto de cómo es». Podría haberlo contado con España y tendría el añadido valor anticipativo exento de imaginación, salvo que su demonio no podría encender nuestras luces ni camelar a nuestros taquígrafos por su extenuante “amor a la patria”. Santa Teresa lo advirtió con claridad: “Si Satanás pudiera amar, dejaría de ser malvado.” . Feijoo, de bachiller en los maristas de León, seguro leería una mala traducción al gallego de Gogol y de Santa Teresa que no podría digerir, porque en su época de bachillerato todavía el idioma no era cooficial con el castellano. Obviamente, por su actual actitud política, no entendió más allá del “sí pero no” de esa escalera en la cual siguen estatuados sus congéneres, haciendo ascos a especificar si suben, bajan o están de okupas mochileros en el descansillo, transmutándose milagrosamente en una anomalía con -grelos e patacas-. Se me ocurre que quizá por este empacho valleinclanesco y siempre en función de la coyuntura que le toque capear, con la inestimable ayuda de sus aguerridos monosabios, se ha instalado vapososo y vaporoso en un chover menudiño sobre los vaivenes de -la contradicción- donde su partido se percibe más contento que una funeraria en época de pandemia. En su larga espera de relámpagos, luces y sombras, en ese jodidamente húmedo andén al que no llega ningún tren con destino Madrid, maldice su suerte, que es la de un alto acondroplásico chistoso, que se pisa al andar los pelillos del culo llenando de risas los empolvados carrillos de la irrespetuosa Díaz Ayuso con su desaforada estrategia de inspiración trumpista. Él es, para IDA, ese caótico personaje de Gogol que habla sin detener su discurso día y noche, pero que no se mueve de su sitio, y ella es quien lo mantiene cuadripléjico porque leyó en román paladino a la Santa Teresa que le recita sin treguas: “La imaginación es la loca de la casa”. Ella ni entiende ni entenderá la frase, pero se lo sopló a media voz M.A.R junto al pendiente, y lo que dice este enredador sujeto va a misa, con vino de consagrar o bien regado con Ribera del Duero. A lo peor está Feijoo en periodo converso y quiere hacer suya aquella frase que Iglesias robó e hizo célebre -«hacer política es cabalgar contradicciones»-, y el Perro Sanchez se la hacer montar a galope y trote europeos, y …las entendederas de la vida no le dan de sí para ese carrerón. Su contradicción histórica más gruesa, tan sonada como chusca, es la que cacareó sin argumentación de recibo cuando era presidente de la Xunta: «los catalanes tenían razón en cuanto al concierto catalán, porque lo tiene Euskadi «, que bien podría equipararse a “los catalanes tienen razón al pedir una parte del Cantábrico porque lo tiene Euskadi”. A lo mejor ese derrapaje de caracol tuvo algo que ver con el que hace unos pocos años el PP llevara en su programa: «Desde el PP catalán trabajaremos para mejorar la financiación singular para Cataluña». Pues, ni corto ni perezoso, en esta semana nos ha agoreado con deje garbancero de Betanzos que “…una financiación que salga del escenario de la multilateralidad, del Consejo de política fiscal y financiación es una financiación abocada al fracaso”. Y se ha quedado tan fresco y nos hemos quedado tan anchos, y esa otra reconvención contradictoria con patas que se hace llamar Sanchez se ha quedado oreado y planchadito citando a Ortega de corrido: “Lo que hace un problema de un problema es que contiene una contradicción.”
Estimados lectores, para arrancar el curso tras las cálidas vacaciones volveré a enfriarme con Gogol en su novela LAS ALMAS MUERTAS. En ella Chíchikov (una especie de Quijote a la rusa) con su cochero y un criado, abordan un viaje subidos a su trineo con la intención inaudita de comprar almas muertas. Si hoy la escribiera de nuevo este genio harían una simple visita a nuestro Congreso de Diputados y colmarían todas sus expectativas.