La mayoría de mujeres que conozco entre 40 y 50 años están en momento de crisis o de cambios vitales y tienen la sensación de estar bloqueadas, de no saber qué hacer, no saber cómo avanzar en su vida. Quizás estás tú en ese dilema o en esa etapa de tu vida.
Este tema es muy importante porque una de las bases de la felicidad es el progreso, el sentir que avanzamos y que crecemos. Tener la sensación de quietud y de no avance es sentirnos poco vivas, aburridas, tristes, sin energía, etc
Os quiero contar algo que me pasó con respecto a esta sensación la semana pasada y cómo me llevo a darme cuenta que a pesar de que me dedico a guiar a mujeres en sus procesos vitales, a mí también me pasa aunque sepa la teoría.
La mente nos engaña y es muy importante tomar consciencia de esto para salir de la sensación de no estar avanzando. Os daré 3 consejos para que podáis salir de allí cuando vuestra mente os engañe y os esté dando información que no es verdad.
Os cuento lo que me pasó:
Cada miércoles desde hace 2 meses tengo sesión personal con una mujer maravillosa, una de mis mentoras actualmente, ella es una mujer muy sabia, de casi 80 años, con una vitalidad y sabiduría increíbles. En nuestras sesiones hacemos varias cosas y el miércoles hicimos una sesión de sanación con el sonido, ella usa el gong. Fue una experiencia maravillosa. Me echó en el suelo rodeada de 8 gons y me dijo que hiciera una pregunta en voz alta, que me relajara y “déjate llevar por los maestros Gons”.
La pregunta que me vino fue ¿Qué es lo que me está bloqueando a avanzar? ¿Os suena?
La digo en voz alta y empieza la sesión. Es una sensación increíble, la mente se va aquietando y vas entrando en la música, en la vibración, y estando en esa sensación de paz y de estar en otro mundo, me vino la respuesta …
Una respuesta que me dejó parada, sorprendida, impresionada y me vino como un balde de agua fría liberándome durante un momento: AHAAA…
¿Quieres saber que me dijo? ¿Cuál fue la respuesta desde mi interior gracias a los maestros gongs?
Pues vino en forma de pregunta, después de enseñarme, en mi mente y con imágenes todo lo que hago cada día: mis proyectos, mis sesiones, etc., y todo lo que he avanzado en éstos últimos meses.
Y dice así….
¿Cómo que qué es lo que te bloquea para avanzar? Esa fue la primera respuesta que me llegó como pregunta, y la siguiente fue: ¿No ves todo lo que haces, todos los avances que haces cada día?
Y me quede en shock. Me llegó una toma de consciencia profunda, es verdad, ¿De dónde sale nuestra percepción de que no estamos avanzando, de que estamos boqueadas?
De la mente, de la paja mental, del automático que te dice: “No haces lo suficiente”, “No estás avanzando” “Deberías estar haciendo esto”, “Deberías estar impactando a más gente”, “Deberías estar ganando más”, deberías, deberías y deberías. Este ruido mental que no nos deja ver lo que realmente está pasando en nuestras vidas, que no nos deja vivir el ahora porque nunca es suficiente, no es suficiente lo que hago, lo que digo, lo que gano, ¿sí? ¿Me explico?
Fue maravilloso ver tan claramente que mi pregunta era una percepción errónea que me impedía poder ver realmente lo que estoy haciendo, lo que estoy siendo, que estoy ganando lo suficiente, que no estoy bloqueada y que nada me detiene a avanzar porque ya lo estoy haciendo cada día. La vida no se detiene, estamos avanzando, haciendo lo que hacemos estamos avanzando. ¿Quién juzga qué es suficiente o no? ¿De dónde viene esa voz? Del programa que tenemos tan integrado que no somos suficientes, que siempre podrías hacer más, ser más, tener más. Es agotador.
Desde ese día llevo muy presente lo que viví en esa sesión. Estoy atenta a mis pensamientos y veo como ya no está esa vocecita que me decía, “haz más, haz más, ¿Por qué te frenas?” Jajaja, todo mentira.
Esto hace que me sienta orgullosa de mí y que soy suficiente, todo es suficiente. Me ha traído una dosis mayor de paz de la que ya tenía. Gracias a trabajar con mujeres soy muy consciente de mis pensamientos, pero lo importante es saber que el trabajo de consciencia nunca acaba, siempre puedes descubrir esos programas que te sabotean sutilmente y reprogramar tu mente con la ayuda de tu interior. Como dice mi mentora… sentir con la mente y pensar con el corazón.
Para mí esta experiencia significa que siempre puedo mejorar, pero sin estrés, sin presión, valorando lo que ya estoy haciendo y observándome con una mirada amorosa.
Te comparto los tres consejos para que cuando esa vocecita te diga que no estás avanzando o que no eres suficiente desaparezca rápido.
1º Tómate un momento de silencio al día para repasar lo que estás haciendo, cómo es tu día a día. Haz una lista de todo lo que haces y el impacto que tiene en ti y a tu alrededor.
2º Pregúntate, ¿Podrías mostrarme cómo estoy avanzando? Y observa tus pensamientos, ¿qué te viene?
3º Cada vez que sientas y escuches en tu mente esas palabras, repítete 3 veces, en lugar de “No haces nada” “No sirves para nada”, “No tienes nada”, etc., SOY SUFICIENTE – SOY SUFICIENTE – SOY SUFICIENTE, y verás cómo te sientes.
Es un camino de paciencia porque la mente necesita un tiempo para ser desprogramada. Dependiendo de tu infancia habrá más o menos trabajo que hacer. Pero cuando te haces consciente observando cada día tus pensamientos y los cambias una y otra vez, llegará un momento en que finalmente tu mente se rendirá y dejará de hacer el ruido mental con esas frases negativas. Entras en tu ser interior y tu mente vuelve a estar a tu servicio. Se coloca en el corazón y desde allí las palabras empiezan a ser amables, y es cuando La Paz se convierte en tu compañera, día a día.
Gracias por este tiempo que te has tomado para leerme, espero te haya llegado y, sobre todo, que practiques estos consejos. Estamos en el camino.
Estaré compartiendo contigo vivencias mías y de las mujeres que tengo el privilegio de guiar. Estoy segura que te inspirarán.
¿Cuál de los tres consejos pondrás en práctica?
Nos vemos en mi próximo artículo, con cariño,
Giulliana Gabaldoni
“Lo que quiero para mí, lo quiero para todas”.