Sergio Reyes es abogado constitucionalista, estudió en España, y es 4º dan de taekwondo, amén de entrenador, también es consumidor de CDS, producto que, asegura, le ha ayudado a superar la catarata que tenía en un ojo. Le hemos invitado, no obstante y de inicio, para que nos aclare quien tiene la potestad sobre un menor de edad, si el Estado o los padres, y si la tienen estos, donde estaría el limite. Se lo preguntamos porque en España una juez ha alejado a una niña de 12 años de su padre porque este le administraba CDS o dióxido de cloro, un producto ilegal en este país. Reyes tiene una hija menor, de 15 años, que usa CDS. EnBolivia el dióxido de cloro es legal.
ENTREVISTA EN VÍDEO
CLAVES DE LA ENTREVISTA
Me ha llamado la atención que el Estado haya tomado el control de una situación que tienen que regular estrictamente los padres. Comprendo también la postura de la juez que impelida por los legalismos que se han establecido no ha tomado la mejor decisión.
Consumo desde hace 3 años el dióxido de cloro en solución y he visto cientos de cientos de casos de gente que lo ha tomado y se ha beneficiado de sus virtudes. Probablemente las restricciones de los productos que no forman parte de la narrativa oficial encuentran estos óbices y la susceptibilidad fundada de la gente a usarlos. Pero hay una medicina surgente que está intentado darle respuestas a la gente que se enfrenta a diferentes problemas de salud. Hay un debate al respecto y me parece importante que no se cierre porque se necesita. No debería haber censuras de los medios de comunicación. En las redes sociales los fast cheks deciden lo que debe o no debe comunicarse, que es lo que ha estado sucediendo con el asunto de la pandemia.
La potestad última siempre es de los padres mientras no se compruebe que el móvil efectivo de los padres haya sido causarle un daño de cualidad dolosa, es decir, con intención. Y aquí hubo la intención de salvar la vida de su hijo.
Los médicos aquí son consultivos y una buenas decisión judicial tiene que consultar las dos partes. En algún momento el padre debió exponer las razones fundamentales por las que usó CDS, un producto que yo uso con mi hija, que tiene 15 años, todos los días.
En Bolivia, cuando la pandemia se hizo más aguda y no había solución médica, la OMS se opuso al uso de la ivermectina e hidroxicloroquina, dos medicamentos ampliamente usados por los médicos en Bolivia, que conocen su efectividad. Ellos dijeron que iban a desobedecer esas directrices y los iban a usar, y de manera alternativa hubo una fuerte presión social que propició su uso. Por otra parte, se hizo una ley nacional para el CDS que permitía usarlo siempre que hubiera consentimiento informado y se hiciera bajo la dirección de un médico.
Son miles de testimonios y cientos de documentos que están mostrándole a la comunidad científica formal que el dióxido de cloro funciona. Temo que el interés económico sea el que esté evitando soluciones eficaces a problemas de salud.
Mi profesor de filosofía jurídica, Joan Prats Catalá, español, nos dijo que resultaba más fácil salir del error que de la confusión, y este es un momento de confusión en el que no hay nada más sano que intercambiar opiniones y confrontar las ideas.
No olvidemos que la búsqueda del ideal de justicia debe ser el norte que oriente las decisiones de una juez.
Aquí se ha privado de la autoridad paterna y además se ha desregulado la visualización clara del estado de salud anímico, emocional, del niño al separarlo de sus padres. Se ha violentado este gran vinculo por parte de una juez que se ha pegado a un legalismo causando un mal mayor al niño separándolo de los padres.
Al salir a la calle, la polución de los vehículos en las ciudades, como es el caso de Madrid, si vas a la Gran Vía vas a darte cuenta que lo que está en el ambiente es muchísimo más tóxico que cualquier otro. El CDS es lo contrario, es un producto que salva vidas. Lo que pasa es que hay esta mentalidad cuadriculada y obstinada que no quiere mirar la realidad y que cree ser superior amparada en muchos requerimientos científicos, configurada bajo las necesidades económicas que se han propuesto las grandes empresas farmacéuticas, que se oponen porque no da dividendos y libera a las personas del uso de los productos farmacéuticos. El dióxido de cloro libera a la gente de ser tratada toda la vida de enfermedades que pueden ser solucionadas. Hay una medicina que está siendo orientada a tratar la enfermedad haciendo a las personas esclavas de un medicamento cuando existen productos que pueden solucionar el problema para que nunca más usen otro medicamento.
El uso del CDS en el mundo del deporte no está tan generalizado porque los deportistas siempre son bastante meticulosos con las cosas que tomamos. Pero poco a poco va avanzando. Yo doy clases de taekwondo, soy cuarto dan internacional y entrenador certificado internacional, y a mis alumnas, uno de los primeros tratamientos es para devolverles estabilidad hemoanímica, porque muchas de las personas llegan con una carga emocional fuerte – esta pandemia ha configurado una escena dramática -, tratando de liberarse de todo aquello. Uno de los programas que está estipulado desde el inicio en la desintoxicación del organismo. Yo utilizo dióxido de cloro y cloruro de magnesio y promuevo que la gente se alimente de manera adecuada.
Los pueblos indígenas del oriente en Bolivia están marchando hacia Santa Cruz en dos columnas. La personas que se llama Marcial Fabricano, líder de los pueblos indígenas, persona muy conocida a nivel internacional por su trayectoria en defensa de los derechos fundamentales fue tratado de COVID con dióxido de cloro, tenía un cuadro muy crítico.
Yo tenía una catarata en uno de los ojos, el derecho, y siguiendo el protocolo “O” del libro de Andreas Kalcker tengo el ojito claro. Coloco 1 ml en un atomizador con 9 ml de agua y lo esparzo en los ojos abiertos. También utilizo el atomizador de manera sublingual y es un excelente estabilizador anímico. Y si la gente no lo quiere tomar puede coger un algodón, mojarlo en dióxido de cloro, o poner en un vasito una medida de dióxido de cloro por 9 de agua, entonces mojas el algodón y lo colocas en el ombligo cambiándolo cada hora. Pueden probar a hacerlo durante 21-30 días. Los primeros 5 días va a darse cuenta de la calidad del sueño. Los primeros síntomas son muy elementales: sensación de estar más tranquilo. También pienso con mayor claridad.
Cuál es la forma de tomarlo?
Qué dosis, en cuánto de agua, cada que tiempo, cuántas veces al día?
Es mano de santo la lejía mágica. A mi me curó la impotencia y ahora follo por los descosidos