“La equinoterapia es cara”, dice el Presidente de la Asociación Española del ramo, AEDEQ, el filósofo italiano Lorenzo Lucarelli. Sin embargo, está muy extendida, él calcula que habrá al menos 200 centros donde se practica, en España. Mientras que en el mundo está en 50 países. Hay una Federación Internacional del Caballo en Educación y Terapias de la que nuestro invitado fue una figura destacada. Hay, como vemos, mucha tela que cortar en una disciplina en la que para su práctica se necesita un equipo muy amplio: psicólogo, pedagogo, fisioterapeuta, los caballos, el instructor, los voluntarios, las pistas…
Lucarelli mantiene una larga amistad con los caballos y estos una larguísima relación con los hombres. Algunos, para su desgracia, son tratados con violencia y otros, los que nos interesa conocer hoy, no, viven bien, son respetados.
La equinoterapia es cualquier actividad realizada con caballos que se dedica al bienestar de todos los participantes, incluyendo también a los mismos caballos.
Lucarelli tiene una granja en Cataluña donde los caballos están en libertad y trabajan con ellos sin violencia, sin cuerdas siquiera, sin tocarlos. “Incluso uno de nuestros alumnos, que ha seguido rituales chamánicos, conduce los caballos con una flauta”, añade sonriente el filósofo italiano.
“Trabajamos sin ánimo de lucro e intentamos buscar subvenciones para que los caballos no trabajen demasiado – continúa, más serio -. Pero también nos cuenta que hay centros que tienen un interés lucrativo y donde los caballos hacen hasta 6 sesiones al día”.
Con los caballos se hacen actividades de terapia física, psicológica, educación y ocio, estas adaptadas para personas con discapacidad. Sí, la hipoterapia o rehabilitación equestre, así se le llama también, se dirige a personas que tienen discapacidad física, pero hay otras actividades, como la que se dirige a personas con problemas psicosociales o psíquicos o psiquiátricos, o el deporte, ocio…. Para Lucarelli, cualquier persona puede beneficiarse de la equinoterapia.
Hay contraindicaciones que son las cardiopatías, escoliosis aguda, a veces alergias, el miedo… Los que tengan estas carencias mejor que busquen otras terapias.
Hay una actividad que llevan dos años trabajando, bajo la supervisión y ayuda europea, que consiste en una mezcla de terapia y deporte. “Hemos seleccionado jóvenes autistas que han hecho actividades deportivas con los caballos. Se trata de ver su relación con el caballo cuando hay que limpiarlo, caminar con él, montarlo, despedirlo… Los acompaña el instructor y un terapeuta. El caballo permite que los bloqueos de comunicación que tienen estos jóvenes desaparezcan al centrarse en los caballos”.
Entre los profesionales de la equinoterapia está el médico español Joan Martínez, un hombre enamorado del mundo de los caballos y al que lamentamos no haber podido entrevistar debido a complicaciones técnicas. La comunicación con Lucarelli tampoco ha sido la mejor, pero creemos que se puede seguir con normalidad. Rogamos nos disculpéis y podáis disfrutar de los caballos…
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