Se marcharon a Europa a intentar internacionalizar su desesperación envueltos en esa bandera de España que compraron en Wallapop y allí, frente a una Eurocámara escasísima de asistencia, (una séptima parte), vomitaron sin ascos contra la patria española y pusieron en peligro nuestras consolidadas alianzas y nuestros futuros logros económicos. Como ya es habitual en la azul institución de los 705 diputados, el ridículo de una derecha ramplona que nos avergüenza sin tino ni pudor hizo su numerito innoble y fuera de rango razonable. El belga Reynders, comisario europeo, de familia política conservadora, aun poniéndose de perfil, les dejó claro que la Comisión mantiene su posición sobre la situación en Cataluña: “sigue siendo una cuestión interna de España, que tendrá que dirimirse según su orden constitucional”. La puñetera Ley de Amnistía, que aún no ha sido tomada en consideración en la Cámara Baja, fue allí debatida en un alarde de ingenuidad política frente a una tremenda y sospechosa mayoría de asientos vacíos que escenificaban a las claras el escaso interés de nuestros socios comunitarios por este sapo que nos tragamos aquí muy malamente, y que digeriremos con poca alegría y algún retortijón estomacal. Pero allí estaban ellos “cagándola a culo lleno”, insultando, torticeando, hablando pestes de una indemostrable vulneración a nuestro Estado de Derecho, haciéndose visibles penosamente en el intento de agriparnos desde el sucio barro que a todos nos salpica y nos llena de repugnancia. Dolors Montserrat, portavoz popular del PP, se empleó a fondo en ese enmierde contaminante, y un ser rarito llamado Jorge Buxadé, sin despeinar sus cuatro guedejas, eructó profundamente sus malas bilis desde los micrófonos, alejado de la simple educación y de la necesaria decencia torera presumible en un falangista que no tardó en jalear un periodista di-putadón que tiene acceso a la tribuna, pero está impedido con la grave dificultad que supone escribir con el brazo levantado en saludo romano. Solo fueron aplaudidos, con pasión de pingüino ártico, por un Weber esquinado, al cual se le notaba como erupcionaba su espalda colorada por la declinante intoxicación imperial de la salchicha caduca. Fueron contestados convenientemente y convincentemente por las huestes socialistas exiliadas que allí defienden su sillita con el ardor guerrero pertinente de apartados ganapanes y, hay que reconocerles, que además de ganarse el sueldo, fueron eficaces en su fácil y -sabida de carrerilla- argumentación a la contra de los desparramosos. Lo peor y más triste del caso es que mientras esta metedura de ibérica pata paleta, garbancera y chisgarabística se retransmitía a los cuatro vientos, un tipejo cobarde y resabiado con poltrona y pecunio insultante de español desde el 2019, un prófugo pelocho y cara dura, acompañado por un sujeto pleitero de causas pobres que le hacía de eco amplificado a válvulas ,( no se percibe ojo de buen cubero si tricúspides , pulmonares, mitrales o aórticas), se ciscaba cínicamente de la risa en Estrasburgo y tachaba de circo el encuentro.
No conocemos si el viento fresco, este que nos visita porque le toca, se llevó estas chorradas tan lejos como desearíamos y con ella los tufos de estas malparidas cuestiones que nos mantienen en vilo, pero, es un juicioso consejo de refranero
marinero a tomar en cuenta -nunca mear contra el viento-. Cuando un texto final sobre esta pesada amnistía que nos aburre y nos rebosa de hartazgo se haya adoptado por el Congreso de los Diputados será el momento de recordar y acomodarse con otros dichos de los sabios “cazatormentas” que vendrán probablemente muy a cuento: “Si se calma el vendaval y por el norte se rola es probable un temporal con el agua hasta la gola” y “Si quieres pasar la mar, no te canses de arrizar”.
NOTA A MODO DE EPILOGO. – Los servicios jurídicos de la Comisión EUROPEA analizarán la Ley de amnistía, lógicamente tras el paso por el Tribunal Constitucional y la aprobación en el Parlamento Español «con detenimiento, independencia y objetividad». Y justo aquí viene «a huevo”, como pintiparada, la famosa frasecita que obvia la resolución: «como no podría ser de otra manera». ¡¡¡Ahora el PP nos venderá que ganaron por goleada!!!