Pediatra, eligió sin embargo otros derroteros para ejercer de médico, como es la medicina Ayurveda, que aprendió en la India, la acupuntura, en China, y la homeopatía, que se trajo en la mochila de México. Pero no le hemos invitado a MM por su singularidad profesional sino porque es el artífice de que Bolivia tenga la única ley de dióxido de cloro en el mundo. El doctor Guery Cordero atendió a la presidenta entonces del Senado, Eva Copa, y tras correrse la voz de su recuperación, otros diputados y senadores de ambas cámaras también fueron tratados con dióxido de cloro, todos con éxito. A los políticos bolivianos no les fue necesario estudio clínico alguno para darse cuenta de la efectividad y carencia de toxicidad del dióxido de cloro, lo experimentaron ellos mismos. Y se hizo la Ley.
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MM.- No sé si es un espejismo, pero ¿es verdad que su presidente, Luis Arce, no solo no ha aprobado la ley que protege y habilita al dióxido de cloro, sino que ha autorizado la fabricación y distribución gratuita de esta polémica sustancia?
GC.- Esta semana ha hecho un decreto por el cual el dióxido de cloro va a producirse y distribuirse gratuitamente y algo todavía discutible pues dice sin recipe médico (receta). Pensamos que esto obedece a que nos hemos cansado de decirle a las autoridades sanitarias que el dióxido de cloro, para que sea tóxico, para que haga daño al organismo, necesita mucha, mucha, mucha cantidad tomada diariamente y que no es posible que una persona adquiera semejante volumen para poder producirse un daño orgánico.
MM.- ¿Ustedes dicen que tiene que tener receta médica?
GC.- Creemos que tiene que tenerla porque si bien para el COVID, por ejemplo, es un toma y dame, sin mayor consecuencia, la orientación que buscamos ahora para el dióxido de cloro es que es bueno para muchas otras enfermedades.
MM.- Pero entonces ¿por qué cree usted que el presidente lo ha convertido en gratuito y sin receta, que lo utilice todo el mundo como quiera?
GC.- La verdad es esta: Bolivia tiene un sistema de salud que no es de lo más excelente del planeta, que no es de los últimos avances, es muy precario, y sin embargo, haber tenido ese descenso en la curva del COVID y que se mantengan tan bajos los casos nuevos no es por las medidas de bioseguridad, no ha sido por los efectos de la medicación farmacéutica, es el uso indiscriminado que se hizo del dióxido de cloro. Es cierto que ha habido personas inescrupulosas que inclusive han envasado lejía con colorante y lo han distribuido. Pero no creemos que esas personas lo hayan hecho por iniciativa propia sino porque muchos médicos de alto nivel decían que el dióxido de cloro es lejía, en una ignorancia impresionante. Y personas con menor nivel cultural al oír a esas eminencias decir que era lejía pues lo que hicieron fue usar hipoclorito y echarle colorante. Y si hubo daños, pero no ha sido algo que sea abundante, notorio. Pero los índices de coronavirus bajaron dramáticamente, se mantienen bajos porque la población los maneja a veces en las guías de tratamiento que nosotros indicamos, y a veces estilo tableta médica (medicamento), tomándolo 2 o 3 veces al día.
MM.- En cualquier caso, para el dióxido de cloro es un éxito fundamental ver que de pronto un país como Bolivia lo haya legalizado cuando hay tanta especulación, tantas dudas respecto a su uso y posibilidades, a su toxicidad y capacidad terapéutica…
GC.- Correcto, pero dígame: ¿qué otra cosa podíamos hacer los que conocemos el dióxido de cloro cuando las autoridades sanitarias estaban dando una medicación con parámetros de incertidumbre pues no hay medicamento para el coronavirus? ¿Qué teníamos que hacer entonces los médicos? ¿Seguir con ellos jugando a las tabletas (los medicamentos)? ¿Seguir la vía de la incertidumbre, improvisación y empirismo? Sabíamos que el dióxido funcionaba y hay estudios que dicen que sí, que funciona, que es efectivo en bacterias, parásitos y virus. Lo aplicamos y tuvimos evidencias personales de recuperación, pero estas no hacen ciencia, aunque era tal el volumen que teníamos en las manos que hablaba de que era efectivo, que lo gritamos al mundo.
MM.- De todas formas, el cambio ha sido sustancial. La ex presidenta que tenían en funciones se negaba rotundamente a promulgar la ley del dióxido de cloro y el señor Arce ha llegado y ha sido llegar y besar el santo, ha sido todo rapidísimo…
GC.- Sí. Dado el éxito que teníamos hubo un mercado muy importante buscando y dando dióxido de cloro y la Asamblea Legislativa nos llamó, fuimos a hablar, les mostramos la documentación correspondiente y me tocó por ventura en ese momento atender a la presidenta de la cámara de senadores, la señora Eva Copa, que tenía la COVID. Una vez que ella tomó y sintió la mejoría, entonces la proporción a favor dentro de la cámara de senadores y de diputados fue mayor porque había ya una evidencia. Empezamos a dar a muchos diputados y se hizo la ley del dióxido de cloro. Se promulgó en la Asamblea, se envió a la presidencia, pero como la Asamblea era del partido MAS, que ahora gobierna, entonces hubo esa situación de diferimiento. Posteriormente, la Asamblea promulgó por encima de la presidencia.
MM.- Entonces esto parte de que ustedes han tratado a los diputados y senadores, a la presidenta del Senado también, porque tenían COVID, se recuperaron y a partir de ahí se ha montado lo que se han montado… Es la medicina de la evidencia, no hacían falta teorías sino el “mire usted cómo funciona?
GC.- Correcto. Eso es lo que milagrosamente pasó en miembros del Senado y de la cámara de diputados.
MM.- ¿O sea, que el culpable de que exista esta ley es usted?
GC.- Modestamente, cuando la señora Eva Copa, como presidenta de la Asamblea, dictaba la promulgación de esta Ley nombró a 4 personas que somos del Comité Boliviano de Solución Dióxido de Cloro: el doctor Helmunt Lema, la licenciada Karla Rebollo, Wolfgang Vargas y Guery Cordero, persona presente.
MM.- Entonces ustedes pertenecen a una organización independiente de la COMUSAV…
GC.- COMUSAV es una organización internacional y el Comité Boliviano de la Solución del Dióxido de Cloro, COBOSOL, es una organización netamente boliviana.
MM.- ¿Qué les dicen por la calle cuando les ven, les reconocen, les habrán hecho entrevistas en las televisiones, serán ustedes personajes populares?
GC.- Sí. Hemos dado un cambio a la hora de valorar una enfermedad, hemos hecho pensar que no solamente la medicina de farmacia es la que controla las enfermedades. Una de las críticas que yo hago es que la ciencia médica es verdaderamente un océano de conocimiento, y sin embargo solo se dedica a calmar dolores, controlar enfermedades y esclavizar a las personas de por vida al tener que adquirir medicamentos y al tener que buscar alternativas de hospital que les atienda.
MM.- Y las investigaciones oficiales puestas en marcha en las universidades, donde se fabrica también el dióxido de cloro, ¿en qué consisten? ¿Qué tal van?
GC.- Estamos buscando que las autoridades de la secretaría departamental de La Paz puedan permitirnos hacer los estudios, y se ha creado un comité de bioética y un comité de investigación, imprescindibles para que tengan validez en todas partes, y lo que necesitamos es terminar el protocolo de investigación y arrancar.
MM.- ¿Usted participa en alguna de ellas?
GC.- Sí, estoy para hacer un estudio multicéntrico sobre el dióxido de cloro en el departamento de La Paz.
MM.- ¿Entonces podemos decir que el dióxido de cloro acaba con la COVID 19?
GC.- Creemos que sí, y tenemos plena confianza en esto. ¿Por qué? Se ha demostrado a través de todo lo que ha sucedido acá, que sí hemos tenido la capacidad, gracias al dióxido, de disminuir esa curva de progresión, que era ascendente, del coronavirus. Este es un hito, y por eso es que los ojos del mundo han visto a Bolivia como algo que sorprende en lo que es la geografía del COVID, por lo menos en Sudamérica y luego en Europa, etc.
MM.- Parece que ya están aplicándolo también en algunas ciudades de México , ellas han seguido su camino… y también con éxito, al menos eso parece.
GC.- Lo que ha motivado la situación de Bolivia es el fenómeno de replicarse en otros países. Gracias a la promulgación de la ley que hubo en Bolivia, que causó alegría en muchos de nosotros, pero rechazo brutal de los colegas que son clásicos, que están cerrados al universo de las tabletas, somos protagonistas en el mundo. En México están distribuyendo y haciendo tratamiento, teniendo siempre como una referencia lo que ha sucedido en Bolivia. Hemos sido un ejemplo de lucha, de destruir esa visión tan cerrada del universo de las tabletas de farmacia.
MM.- ¿Para qué otras enfermedades utiliza usted el dióxido de cloro?
GC.- Personalmente, del año 2009 al 2018 estuve tratando pacientes con cáncer. Como era pediatra no me permitían ver pacientes con cáncer inicial, así que empecé con el MMS, la milagrosa solución mineral, que no era muy agradable – es clorito de sodio y ácido cítrico -, tiene un sabor y un olor a cloro fuerte. Algunas personas tenían hasta vómitos. A otras les producía hasta 3 o 4 evacuaciones líquidas en el día. Se lo administraba vía rectal. Disminuimos la cantidad de morfina que tomaban y muchos de ellos no se quejaban de dolor. Pudimos darles unos últimos días con mejor calidad de vida. Fueron más de 2000 personas las tratadas.
MM.- ¿Lo utilizaba como paliativo entonces?
GC.- Sí, porque eran personas muy deterioradas por la enfermedad. Eran cánceres terminales. Pero el dióxido se puede utilizar muy bien en casos de hipertensión, casos de diabetes 1 y 2, artritis, en esclerosis, etc. Cuando corregimos un poco la alimentación, más el dióxido, tenemos resultados realmente espectaculares.
MM.- Pero siempre hay el mismo problema, el de que no hay estudios, no hay análisis clínicos, no hay teoría, digamos, en la que apoyarse, sino en la evidencia médica.
GC.- Referencias sobre el dióxido de cloro hay muchísimas y también hay más de 800 patentes para tratamiento de enfermedades con dióxido de cloro. El gran problema es que aunque hay patentes que sirven para sacar al mercado productos que hacen un servicio, las hay que sirven para atrancar al dióxido y que nunca salga al mercado. Por ejemplo, los chinos tienen varias patentes de uso del dióxido de cloro para cáncer, para una infinidad de cánceres. Hay otra empresa que tiene las patente del uso del dióxido de cloro de forma endovenosa también para una larga lista de tipos de cáncer. En la hipertensión también. Es decir, hay muchas patentes, hay muchos estudios, simplemente es entrar a la Wikipedia y poner referencias al dióxido de cloro y aparece una lista. Y hay estudios que se han hecho multicéntricos. El primer estudio se hizo en Ecuador, pero no cumplía los parámetros que exige el gremio médico y no son considerados como validos. En Colombia también se han hecho estudios, pero siempre hayan defectos para que estos estudios no tengan un efecto de decir, sí, lo aceptamos. En el estudio que hacemos en Bolivia estamos tratando de ser lo más pulcros para no tener que pasar por esta situación. No es fácil entrar y cambiarles la mentalidad.
MM.- Es usted pediatra, pero se ha dedicado a la medicina Ayurveda y a la acupuntura, según tengo entendido.
GC.- Sí. Cuando estaba empezando la residencia mi hijo nació y al poco tiempo tuvo bronquiolitis. Yo tenía una pelea con mi mujer porque decía: “Esta bien que tú hagas nada por los demás, pero también cura a tu hijo. ¿Cómo es posible que solo con la amoxicilina y el oxígeno estés tan tranquilo. Es tu hijo”. Total, que por eso me hice pediatra. Y resolví el problema de la bronquiolitis que ya era asma, con homeopatía. Termino pediatría, me fui a Méjico a hacer homeopatía, vuelvo y el gremio médico me rechazó. No sabía qué hacer y había una beca para estudiar medicina tradicional china y acupuntura, no tenía nada que perder y nos fuimos. El primer tratamiento que yo vi en un hospital después de 6 meses de teoría fue un paciente con cólico nefrítico. Y ver tratar un cólico nefrítico poniendo agujas me movió el mundo. No podía creer como pudieron sedar el dolor. Como hacer que el cálculo, la litiasis, el cálculo que tenía se movió y luego la persona lo orinaba. Aquello volteó mi pensamiento. Desde el año 84 nunca he recetado una sola tableta de farmacia. Para ello tuve que aprender muchas formas de terapias alternativas. También tuve la suerte de ir a la India a hacer medicina Ayurveda. Es un camino imposible de retorno al mundo de las farmacéuticas.
Tengo 55 años y padezco de varias enfermedades como hipertensión, diabetes, artrosis. Quisiera saber cómo se toma el dioxido de cloro para poder mejorar mi estado de salud. Vivo en Cuba. Gracias.
Buenas noches. Permitanme decirles que hay dos errores de redacción : al inicio en la pregunta inicial sobre el actual presidente de Bolivia se dice «no sólo no ha aprobado la ley…» y debería decir «no sólo ha aprobado», y casi al final en una respuesta el dr dice que tuvo una discusión con su mujer, que le increpa:» esta bien que hagas «nada» por los demás… debería decir cosas o algo. Quizá por humildad dijera nada… Pero hay que hacer honor a tal médico y decir que en su humildad y enfrentamiento con la enfermedad ha hecho mucho bien.