Hablamos con el doctor Sandro Moncada de dióxido de cloro, también del intravenoso. El doctor, vicepresidente de la COMUSAV del norte de México, es un consumado especialista en la materia. Moncada tiene clínica propia, pero atiende a sus paisanos en sus propias casas. La información que da puede resultarle útil a cualquiera, sobre todo a los médicos que se están iniciando en el uso de este producto.
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“Son respuestas muy rápidas, a través de la vía oral en 4 días, y en la vía intravenosa puede ser que si el paciente está en una etapa 1 o 2, o 2 A o B, se puede recuperar en 2 o
“Hay bases para usar del Dióxido de cloro en pacientes con una enfermedad vascular cerebral aguda en la cual el CDS pueda proveer una oxigenación para que las neuronas no se dañen más”.
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ENTREVISTA EN VÍDEO
MM.- ¿Desde cuándo lleva utilizando el CDS?
SM.- El CDS lo hemos utilizado desde enero del presente año para tratamiento del COVID; sin embargo ya habíamos tenido conocimiento de él para el tratamiento de algunas enfermedades de diferente índole.
MM- ¿Y qué tal va?
SM.- Los resultados son buenos, puedo decir que excelentes comparados a cualquier terapia que conozcamos en el área alopática. Realmente son respuestas muy rápidas, a través de la vía oral en 4 días, y en la vía intravenosa puede ser que si el paciente está en una etapa 1 o 2, ya sea 2 A o B, se puede recuperar en 2 o 4 días.
MM.- ¿En 2 o 4 días se queda libre de coronavirus?
SM.- Estamos hablando de respuesta clínica en una etapa 2B, cuando el paciente empieza a notar la oxigenación. Inmediatamente después de empezar con el CDI, dióxido de cloro Intravenoso, procedemos a aplicarlo, y en 48 horas tenemos una resolución de la sintomatología hasta más del 50%.
MM.- ¿La respuesta es favorable para todo tipo de enfermos con coronavirus?
SM.- La experiencia que tenemos es que un paciente, al pasar de la etapa 1 a la 2B, antes de pasar por un ventilador mecánico, el 100% se cura, y ya estando en la etapa 3, que es la etapa más crítica para el paciente y requiere un ventilador. Estamos hablando que si se usa en los primeros días de ser internado el paciente por síntomas o falta de respiración, obviamente las respuestas pueden ser muy buenas… A lo mejor no al 100%, pero sí en un porcentaje grande, como un 85%.
Sin embargo, si el paciente llega en etapa 3 aparecen otras complicaciones, como fallas renales, fallos cardiacos, problemas de coagulación o, según las condiciones en las que el paciente llegue, que puedan ser desfavorables a una respuesta a cualquier tratamiento, incluyendo al dióxido de cloro.
MM.- ¿Cómo se prepara el CDI intravenoso? ¿Cómo se actúa con él?

SM.- No hay una receta de cocina, es un tratamiento personalizado y va a depender de la severidad del paciente, si tenemos un acceso venoso o periférico o si el paciente puede tener diferentes condiciones. Por ejemplo, si el paciente puede ser canalizado vía periférica, pero tiene una vena muy pequeña, entonces no te permite pasarlo rápido, no se puede hacer en 8 horas sino en 11. Esto merma la efectividad, no tanto por el tratamiento sino porque no se le puede dar al paciente un nivel más alto. Entonces planteamos la estrategia de que tome una parte oral y otra intravenosa, o bien canalizamos al paciente por dos vías para otorgarle la cantidad necesaria en el tiempo más corto posible.
Si el paciente está muy grave la dosis tiene que ser alta; si el paciente no lo está, la dosis tiene que ser moderada. Entre 10 a 50 mililitros, se prepara en soluciones y se les agrega bicarbonato para que sean más alcalinas y así evitar problemas de flebitis.
MM.- ¿Este procedimiento lo tiene que hacer un médico o un especialista, o lo puede hacer cualquiera?
SM.- Tiene que ser un especialista en terapia intensiva o cardiológica. Con que sea médico y sepa la dinámica de tomar decisiones adecuadas, en el momento adecuado, está bien. Obviamente debe saber preparar las dosis para que también la gente reciba una solución ideal y no se vea afectada por la flebitis.
Cuando empezamos a tratar pacientes con dióxido de cloro hubo cierta controversia. A los pacientes que tienen falla renal, o los que usan anticoagulantes se les debe dar dióxido de cloro? Pero realmente no hay complicación. Solamente presentan reducción en la glucosa porque el dióxido de cloro es un catalizador y genera mayor energía; sin embargo, no genera afecciones y se puede utilizar en un paciente diabético que recibe tratamientos de insulina.
Una de las principales indicaciones es chequear los niveles de glucosa en los pacientes que no comen o en paciente diabéticos, como una medida de precaución, pero no presenta mayores efectos secundarios.
MM.- ¿Cuántas inyecciones se le suelen poner a un paciente?
SM.- El dióxido de cloro se utiliza mediante 3 soluciones, cada una de ellas cada 8 horas, y pueden llegar a tener una concentración de 10 a 50 mililitros. Se administra durante 4 días y se realiza un recambio constante e indefinido; pero en promedio, según los pacientes que he estado tratando, tiene una duración de 4 a 7 días. Después pueden pasar a la vía oral.
MM.- ¿O sea que no influye el tipo de enfermedad, sino el tipo de tratamiento?.
SM.- Para el COVID-19 estamos hablando de un promedio de 4 a 7 días… Para otros casos los resultados son diferentes, como en pacientes con enfermedades autoinmunes o cáncer. Ahí se tienen que aplicar otros tratamientos mitocondriales dentro de los tumores para hacer cambios internos en el área tumoral. Estos necesitan mayor cantidad de días de inyección para después pasar a una vía oral. Puede durar alrededor de 14 días.
MM.- ¿Cómo influye esto en el ánimo de los pacientes? ¿Creen ciegamente en el CDS? ¿Vienen ya deteriorados o contactan con ustedes al principio de la enfermedad?
SM.- Está cambiando la dinámica de los pacientes. Al principio había mucha controversia ya que se ofrecía como un tratamiento que puede salvar la vida de los pacientes, pero cuando escuchaban la palabra “cloro”, obviamente no les agradaba la idea y conllevaba un rechazo inicial. Sin embargo, conforme han ido pasando los meses ha ido cambiando la percepción del dióxido de cloro.
Con respecto al área médica, le puedo comentar que muchos médicos llevan su propio protocolo de tratamiento convencional durante 7 días y cuando ven que el paciente no mejora se acercan a nosotros para poder adquirir un tratamiento de este tipo.
Hay diferentes tipos de pacientes, pero la dinámica ya ha ido cambiando, cada vez hay más personas que buscan el CDS como un tratamiento principal antes de continuar con los tratamientos alopáticos, o los llevan en conjunto.
MM.- ¿Entonces los mexicanos empiezan a estar abiertos al CDS?
SM.- Sí, conforme ellos van viendo los resultados, van cambiando de idea y dejan de tenerle miedo al tratamiento. Pero también depende de quien lo promueva ya que también se influencia por la credibilidad. Por ejemplo, en mi caso yo tengo una reputación, una clínica establecida y muchos años trabajando en esta ciudad por lo que se me facilita poder brindarles un tratamiento adecuado y que ellos lo reciban con más confianza.
MM.- Y por qué usted se puso en manos del CDS o el CDS en sus manos… ¿Algún pariente o amigo tuvo alguna enfermedad?
SM.- Lo que me pasó a mi, le pasó a todos los médicos de mundo. No sabíamos a qué nos enfrentábamos, solamente escuchábamos cosas graves y catastróficas de alto impacto en la salud de las personas. Esto me llevó a tener miedo ante este tipo de situaciones. En mi caso, particularmente entro a las áreas COVID y es aquí donde uno está expuesto a 50 pacientes, y aunque ingreso con protección personal siempre te produce temor.
Yo pertenezco a diferentes tipos de sociedades y asociaciones y recuerdo que en algún momento una persona de centroamérica hizo un comentario sobre la existencia de un médico que estaba curando a pacientes COVID con este tratamiento. Además yo tenía conocimiento del CDS desde hacía 3 o 4 años atrás, incluso llegué a usarlo en pacientes diabéticos por las complicaciones que tienen.
Asimismo, tengo una amiga que trabaja en terapias alternativas que conoce a Andreas Kalcker y recibió toda la información en un curso. Luego, ella me puso al día. Cuando empecé a tomar el CDS me di cuenta que no pasaba nada. Posteriormente le informé que los pacientes que estaba atendiendo no presentaban mejorías con los protocolos iniciales con el uso de la cloroquina, las personas fallecían igual. Ella me dijo que podía utilizar el CDS de manera intravenosa, pese a que en ese momento se desconocía una información precisa de la dosis necesaria. Empezamos a utilizarlo con pacientes y los resultados fueron óptimos a pesar de que las autoridades sanitarias querían obstaculizar el uso del CDS, incluso venderlo o fabricarlo…
MM.- ¿Sigue siendo así, no?
SM.- Sí; sin embargo, no existe un decreto presidencial que lo prohíba. Ni tampoco existe algún dictamen de algún tribunal que lo establezca… El uso de CDS es una sugerencia que se hizo y muchos médicos pensaron que era una obligación. Entonces, se empezó a promover que se denunciará a las personas que lo estaban usando, vendiendo o promoviendo. Esto conllevó a que nosotros redujéramos la posibilidad de continuar tratando pacientes.
La experiencia que hemos acumulado es a través de las terapias en las casas de los familiares, bajo una carta de consentimiento informado y petición del tratamiento.
MM.- ¿En qué tipo de patologías están teniendo éxito con el dióxido de cloro?
SM.- Definitivamente, en el caso del COVID-19 no tiene discusión, los que usamos el CDS estamos convencidos que funciona al 100% en los pacientes, tanto la vía oral como la intravenosa. Esto no vamos a poder verlo en pacientes muy graves o con una gran inminencia de entubación.
El CDS vía oral se puede utilizar para artritis, insuficiencias venosas, cáncer, enfermedades asmáticas, enfermedades autoinmunes, enfermedades de la piel. Actualmente, nosotros tenemos pacientes con esclerosis sistémica con una muy buena respuesta, de igual manera en el caso de las personas con insuficiencias venosas y pacientes con artritis.
MM.- ¿Y los casos neurológicos?
SM.- Actualmente no tengo experiencia con pacientes con afecciones neurológicas. No he tenido la oportunidad de tratarlos. Sin embargo, sí hay bases para usar del dióxido de cloro en pacientes con una enfermedad vascular cerebral aguda en la cual el CDS pueda proveer una oxigenación para que las neuronas no se dañen más.
De cualquier forma, aún queda mucho que investigar sobre el dióxido de cloro para conocer qué enfermedades se pueden tratar con él. Es una molécula muy simple con un efecto muy simple a nivel celular que es el mecanismo mediante el cual puede servir para otras enfermedades que padecen los pacientes.
Si se puede ver, se puede copiar!
Copy-protection schemes are pretty futile. If you present your information in a way that humans can read, listen, or watch, then there are ways for that content to be copied.
Placing roadblocks only punishes the innocent. It puts barriers in the way of those who would view or use your content in ways that are only beneficial to you, without really stopping those who are determined to steal it anyway.
If someone can see it, they can copy it, forward it, publish it, whatever. Not that they should, but they can.
That’s simply the nature of today’s technology.
Siempre he pensado que Ensenada ocupa un lugar muy especial dentro de este globo terráqueo, aquí han sucedido acontecimientos extraordinarios,y este es uno de ellos, en hora buena doctor Moncada y colaboradores.saludos y adelante.
los felicito por ser honestos