La historia del médico y abogado español Gabriel Ruiz resulta cuanto menos inexplicable. y viene a demostrar que hay jueces y fiscales que a pesar de haber doctrina en el Tribunal Constitucional y en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, utilizan la ley a su capricho. La verdad es que cuesta entender que un abogado defienda a un cliente siguiendo una estrategia determinada, por ejemplo, la de que su defendido se querelle contra la jueza y la fiscal que lo juzgan, y aún cuesta más entender que esa fiscal y esa jueza decidan acusar a ese abogado de calumnias. ¿Estaban enfadadas sus señorías por las acusaciones del abogado defensor. el mencionado Gabriel Ruiz? ¿Ha sido éste tan osado en su estrategia que ha provocado la furibunda reacción de sus señorías? ¿Desconocían u olvidaron sus señorías la doctrina sobre la materia del Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos? ¿Qué abogado querría defender a nadie en los tribunales si no se encontrase protegido? Si estos casos proliferan, ¿está la propia profesión, la abogacía, en peligro de extinción? ¿Son sus señorías unos incompetentes dado que han abierto un caso imposible de ganar? Porque de ganar, causarían una revuelta difícil de acallar… ¿Están sus señorías empleando el dinero público por un capricho, o quizás para darle una lección al susodicho abogado palentino? En fin., el lunes pasado se celebró un juicio que está visto para sentencia.MM vuelve a ponerse al habla con el abogado del protagonista de este affaire y con sus propio abogado defensor, Carlos Lamalfa, socios en la vida real. Esta es su interpretación de los hechos..
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