
Viendo el documental del italiano Paolo Cassina, te deja sin habla. Son ellas, algunas de las personas, nadie sabe cuántas, pero puede que millones, a las que tras inocularles el medicamento experimental recomendado por la OMS y la mayoría de los gobiernos del planeta para acabar con la enfermedad de la COVID 19, contrajeron todo tipo de enfermedades. En el 19 informe de Farmacovigilancia, en España, el ministerio de Sanidad, admite que en este país hay 500 muertos por su causa. Y que son 14000 las personas que han sufrido algún tipo de efecto adverso. Hoy hemos sabido también que los sindicatos españoles se suman a todos los que pedimos que se investigue a estas personas y las secuelas que les han producido las inoculaciones se reconozcan como contingencia laboral.
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2 Comentarios
Yo estoy en la lucha de difundir los daños que hacen estas inoculaciones y la mentira de que el ataque COVID fue una pandemia. Mi hija de 45 años, completamente sana y deportista, tuvo un ataque cardíaco el 3 de marzo por el cual casi muere, que fue rotulado como «síndrome de Tako-tsubo» de síntomas similares a los del infarto. Ella (a escondidas de mi, pues le había explicado lo que estaba ocurriéndole a la gente) se dio «para poder viajar» (dijo) una dosis de Astrea-Zeneca y un «refuerzo de Pfitzer.
Tengo una prima política con ACV y medio cuerpo paralizado, hace ocho meses internada en tratamiento para recuperar motricidad, por la misma razón.
En mayor o menor grado todos los que recibieron esaß»vacunas»,presentaron o presentan alteraciones sean mínimas o más graves,es una verdad que no se puede esconder