Mientras los medios oficiales cantan victoria porque la imposición del carnet de COVID en algunas comunidades autónomas españolas ha supuesto un aumento de la vacunación de poco más de un 13 por ciento en algún caso y de 2000 millones más de ingresos, para nuestro invitado, Joseba Argintxona, profesor de Filosofía y Psicología, y miembro de Bizitza, es “un pasaporte a la dictadura”, un paso más y significativo. Así, mientras la gran mayoría de los periodistas del país se ufanan de que sea el miedo y la presión, la de ser expulsados de su trabajo, lo que determina tan buenas expectativas en las vacunaciones, para Argintxona “este experimento transgénico planteado es ilícito, pero en el caso de los niños cobra ya caracteres dantescos”. Por eso, van a manifestarse en Bilbao el día 22. “Lo que pretendemos es hacer manifestaciones periódicas muy grandes y entre medias algunas comarcales, menores. Hay quien dice que las manifestaciones no sirven para nada, yo disiento, las manifestaciones no lo solucionan todo, pero lo manifiestan”.
A juzgar por los hechos, puede que lleve razón este profesor vasco pues “desde la manifestación de San Sebastián hay más colectivos que desean hacer cosas. Los bomberos vascos se han unido al evento de Bilbao y desfilarán en dos columnas protegiendo a los niños. Hay que perder el miedo de salir a escena”, destaca nuestro invitado, y matiza: “Queremos conjugar la denuncia de la barbarie con la promoción de la vida”. “Hay que hacer una cultura de la defensa de los derechos humanos”, señala también.
Resumiendo que el trabajo de Bizitza se basa es la gestión del conflicto, el que surge interno entre los diferentes grupos y asociaciones del colectivo. Para él, el resto, en el día a día, se basa en conjugar la libertad de acción de cada cual, la responsabilidad y la persistencia.
Joseba Argintxona asegura que Bizitza se está convirtiendo en un referente social abierto a todo lo que es el País Vasco, a todas sus señas de identidad: a los vasco parlantes, hispanoparlantes y gente de izquierda y de derecha. No se miran el ombligo, también mantienen relaciones con grupos andaluces, valencianos… “Bizitza es abrir y extenderse al mundo para que sea un arca de Noé”, nos dice.
Bizitza tiene sus propios medios de comunicación, como es bizitza.eus, y los canales que trabaja en Facebook, Telegram o Twitter. “Los medios de comunicación, advierte nuestro invitado a Marcela Caldumbide, se limitan a 5 nombres de empresas que dictan todo lo que se dice en todo los medios de comunicación con contadísimas excepciones. Incluidas las hojas parroquiales, que también reciben subvenciones de Google, Microsoft, de la elite”. El tema de la comunicación le preocupa: “La comunicación ahora mismo es comunicación de mentira, falsedad, manipulación. Quien quiere información lo primero que tiene que hacer es apagar la televisión, las emisoras de radio, cerrar los periódicos, y buscar la información censurada. En la información que circula hay también desinformación generada por grupos de inteligencia, que son especialistas en generar confusión”. Lo resumen en una breve sentencia. “Uno nunca sabe toda la verdad, pero con saber toda la mentira”. Aunque, advierte: “Puede ocurrir que se caiga una pantalla, pero que tengan otra detrás”.
También tiene recuerdos para sus colegas de la enseñanza. “El sistema de enseñanza en su conjunto no ha querido saber lo que estaba pasando. Un sistema que no quiere saber solo puede ser cómplice del adoctrinamiento”.
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