Nosotros estamos sincronizados con los astros como la naturaleza lo está también.
Cada día que en el cielo hay una conjunción Sol-Venus se ponen a prueba nuestras emociones, nuestras relaciones personales, y el sentido de la autoestima.
Cada planeta es un maestro en nuestra vida. Venus lo es de nuestras emociones. Es muy difícil que si uno no se siente bien consigo mismo se sienta bien con los demás.
Venus es un planeta guardián de lo que somos o queremos ser, o podamos llegar a ser.
Venus es un planeta que nos enseña cosas sobre el amor y las relaciones personales.
Esta conjunción permite reconocer mis valores, qué me gusta y qué no, qué necesito en las relaciones personales, hasta qué punto estoy con esta persona, pero me niego a mí mismo…
La astrología es una grandísima herramienta para nuestra realización personal.
La carta astral es un condicionante, al igual que el ADN; de cómo somos, de cómo es nuestro temperamento y cómo nuestro destino. Si tu tienes un Venus mal situado en la carta astral vas a tener más problemas que si lo tienes bien situado.
Las conjunciones Sol-Venus son momentos culminantes. El cielo te da la oportunidad de revisar tu escala de valores. Mírate al espejo y haz un listado con lo que me gusta y lo que no me gusta, qué es lo que quiero en mis relaciones personales, hasta qué punto llegan mis relaciones personales y con quien, qué tipo de relaciones no voy a tolerar, como las tóxicas o las que no sean de igualdad y respeto mutuo…
Hay que trabajar estos momentos porque el cielo no te dará otra oportunidad semejante hasta quién sabe cuándo… La astrología te puede dar pautas para ayudarte a resolver estos problemas.
Esta conjunción se da en Leo, que es donde entró el Sol, y va a estar hasta el día 9 de octubre. Y ahí tenemos que pensar en qué nos hace sentir bien, disfrutar de la vida, tener autoestima, y ser capaz también de transmitir a la gente nuestro buen rollito.
Los indecisos dejarán pasar al tren, estos tendrán que trabajar a Marte porque los indecisos tienen mal ubicado a Marte y tendrán que trabajar la voluntad.
A veces no conviene forzar una relación porque no es el momento o no es la persona adecuada la que tenemos enfrente.
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