El sr Campra ha sido el referente científico de la secta grafanera que ha hecho estandarte de mí como su enemigo público nº1
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Quiero empezar este breve artículo diciendo que lo escribo a raíz de unas conversaciones de Whatsapp mantenidas con Santiago Ángel García sobre unas recientes entrevistas aparecidas en Madrid Market en que se toca el descolorido tema del grafeno en las vacunas covid. Prefiero escribir de primera mano antes de que sean, simplemente transcritas, opiniones que no se expresan de la misma manera en forma verbal y coloquial.
Mi intención no es, en absoluto, remover un tema que no me interesa lo más mínimo por su inoperancia y mucho menos jugar a una especie de ping-pong con Pablo Campra, a pesar de las inexactitudes que ha puesto en mi boca en su última entrevista y a la forma peyorativa que, en general siempre ha utilizado en sus videos cuando me nombra, por cierto, en casi todos ellos. El sr Campra habla de ataques “ad hominem”, pero debería entonces analizar sus propias palabras y, sobre todo, las de algunos de sus amigos.
El sr Campra se considera únicamente un analista y se desmarca de la secta grafenera: no le gusta que lo asocien con la mitología que se ha montado en torno al grafeno. Sin embargo, debería darse cuenta de que él ha sido el referente científico de la misma, en quien todos se han apoyado para delirar y si bien es verdad que en sus informes escritos es cuidadoso, con sus vídeos ha alimentado, precisamente, esa mitología dando la razón a la quinta columna y sus disparates. También ha promovido el sr Campra la difusión (lo hace en su propio informe definitivo pag 12) del blog, un perfil falso de libro, supuestamente llamado Mik Andersen, que hizo algunos vídeos sin mostrar nunca su cara, ni su voz y que actualmente está desaparecido. Este blog publicaba verdaderos mitos y especulaciones sobre nanocircuitos y nano router incluidos en las vacunas covid. Y que han dado pie a otro mito indemostrado: el de las emisiones MAC de los vacunados.
A pesar de que apenas he hablado públicamente sobre el tema, sólo si se me ha preguntado directamente, la secta grafenera ha hecho estandarte de mí como su enemigo público nº1 y hasta se me ha acusado de estar empeñada en desacreditar todo lo referente al grafeno. Yo nunca he hablado mal de Pablo Campra, únicamente he hecho algún comentario sobre lo que opino de sus informes, porque igual que el sr Campra está en todo su derecho de investigar lo que le parezca oportuno, los que tenemos suficientes conocimientos científicos al respecto, estamos también en nuestro derecho de opinar con educación y rigor.
Respecto al informe preliminar del Sr Campra sólo puedo decir que es equívoco y no concluyente, pero eso ya lo dice él mismo y ha sido además, ”desmenuzado” por la periodista de investigación Witney Webb.
Respecto a su segundo informe titulado “Detección de grafeno en vacunas covid 19 por espectroscopía micro raman” siempre he dicho que era un informe serio y bien hecho, aunque vuelve a ser equívoco. Y es equívoco por varias razones que voy brevemente a enumerar:
1ª) Toma como algo específico del grafeno la emisión raman de los enlaces Sp2, (banda G pag 6) cuando este enlace se encuentra igualmente en el colesterol y sabemos que las nanopartículas lipídicas de las vacunas de ARN contienen colesterol.
2ª) Habla de ocho objetos (pag 10), semejantes al patrón utilizado, de oxido de grafeno reducido, que presenta tres picos. Pero de esos ocho objetos, según Campra inequívocos, solo uno tiene los mismos tres picos que el patrón (el objeto Pfizer nº 3)
3º) Habla de identificación concluyente de estos ocho objetos, pero al mismo tiempo dice que hay una alta probabilidad de que se trate de óxido de grafeno (pag 10)
4ª) Estos ocho objetos, en realidad ocho briznas, están distribuidos aleatoriamente entre siete viales, cuatro de los cuales estaban sellados (pag 19), no se puede descartar que las briznas grafíticas puedan proceder de los tapones.
5ª) El procesamiento de las muestras realizado es complejo, implicando mucha manipulación (pag 8), por lo que a pesar de que se hayan tratado cuidadosamente, no se puede descartar una posible contaminación exógena.
Resumiendo, si bien es verdad que estas ocho partículas de ¿polvo? son carbonáceas (según el M.O.) y compatibles con grafito o grafeno por sus espectros, no hay una homogeneidad en las muestras que indique su posible procedencia de la vacuna, apuntando más bien al exterior durante el manipulado en la fabricación o en el análisis, y aun suponiendo que estuvieran en la vacuna, una brizna de unas pocas micras inoculada por vía intramuscular no llegaría ni a los ganglios linfáticos, ya que el grafito y el grafeno son biodegradables y en ese tamaño pueden ser fagocitados y destruidos por los leucocitos. Por tanto, es del todo descabellado suponer que pudieran causar la más mínima perturbación fisiopatológica.
Por otra parte, hace poco se ha publicado un informe preliminar de un equipo internacional liderado por doctores alemanes, en el que utilizando distintas técnicas de detección, encuentran diversas sustancias que no debería haber en las vacunas covid, es el caso del antimonio en todas las vacunas de Moderna, pero no encuentran grafeno ni grafito. Según el sr Campra no se han utilizado técnicas adecuadas, pero en mi opinión no es verdad. El sr Campra dijo en su video que yo había hablado de termogravimetría asociada a espectrometría de masas, pero no sé de donde se ha sacado eso. Yo hablé de cromatografía, que sí es una técnica de fraccionamiento y separación y de espectrometría de masas, concretamente es la técnica MALDI-TOF con la que han caracterizado la composición de los cristales de colesterol, esos que según la secta grafenera son nanocircuitos. Los alemanes han utilizado también técnicas espectroscópicas que permiten la caracterización elemental y de materiales como son SEM, EDX e IPC, completamente capaces de detectar grafeno o grafito en caso de que lo hubiera habido.
Otro tema en el que se apoyan los partidarios del grafeno es en las patentes para vacunas covid con portador de grafeno. El grafeno es mucho menos adecuado que las nanopartículas lipídicas para la entrega y transfección del ARN vacunal a las células, y por eso se han elegido como transporte y protección del ARN en las vacunas covid estas últimas, ya que son vehiculadas por las lipoproteínas plasmáticas y así alcanzan una rápida biodistribución. Es precisamente la degradación, debido a la temperatura, de estas nanopartículas lipídicas la que genera muchos de los artefactos observados al mirar éstas al microscopio y también la responsable de su mayor o menor efecto tóxico al facilitar en función de su estabilidad la traducción a proteína espiga.
Finalmente decir que me parece que el sr Campra ha sido honesto reconociendo que no hay, por el momento, ningún estudio concluyente que pueda demostrar la presencia de grafeno o derivados en ningún tipo de vacuna, ni covid ni ninguna otra. Y que hace muy bien en desmarcarse de la secta, una secta que ha convertido el grafeno y los MAC en religión y que no ha conseguido ningún éxito judicial y solo frutos de odio y división, al contrario que muchos de nosotros que peritando y asesorando abogados hemos logrado evitar la vacunación covid de niños y adolescentes cuyos padres estaban enfrentados por la decisión de vacunar. “Por sus frutos los conoceréis».
Me ha defraudado enormemente esta doctora! Como sabe que son partículas lipídicas si no lo demuestra? He seguido la polémica desde el principio y su actitud ha sido siempre negativa y acientífica, negándose a investigar el magnetismo y recomendando no mirar al microscopio. Rezuma orgullo
¿Secta grafenera? Jo, qué vergüenza… «Han convertido el grafeno y los MAC en religión.» Hay que ser hipócrita. Pero si la última entrevista que escuché a esta mujer se declaraba católica romana, y el entrevistador se encomendaba a la Virgen María!!!! Pero si la religiosa eres tú!!!
Dentro de poco ya comenzarán a salir en HORIZONTE Albarracin y sus amigos como Gaona
Chata (o chato, que no sé lo que eres) tú de comprensión lectora… nada de nada, ¿eh? ¿O es mala baba lo tuyo? En cualquier caso, muy poca inteligencia la tuya, muuuyyyy poca, por no decir nula. Ni un solo argumento científico. Probablemente porque no tengas formación «idem». Y, ¡ojo!, que no tienes por qué tenerla. Pero precisamente por ello, el silencio hubiese sido la mejor opción. En lugar de esto, te lanzas, cual fanática/o religioso/a, a la defensa del dogma, como quien se sintiese atacado en el más íntimo y sagrado fundamento de su ser.
Vergüenza, mucha vergüenza, es lo que siento ante tanta pobreza intelectual y personal.
Muchas gracias por la aclaración.
La doctora Albarracín ha sido desde el principio una fuente fiable de información.