De la cara conejo a la cara de rata hay un camino muy corto y facilón de tránsito que esta riojana deslenguada recorre a la pata coja haciendo de bruja mala a escobazos sin tino y con más cuento que el de Maria Sarmiento. Tiene una retórica sustentada en el NO tan desfasada, que pareciera nonagenaria con un toque de apolillado -Dior ya sin encantos ni brillos-, y si no fuera porque en su descaro recalcitrante adjetiva con una modernidad de “tempranillo reserva siglo pasado”, nos parecería una parlamentaria con la dosis suficiente de asertividad que se le supone al cargo. La última parida de esta “pportavox” ha sido alinearse con Santiago Abascal reclamando un «plan de soberanía energética», que impida el desmantelamiento de las centrales de carbón y de energía nuclear. Intolerable para una mente no obtusa. Las enormes industrias que propician el cambio climático, con mucha diferencia, incluso en su Rioja, son las centrales eléctricas más intensivas en emisiones de dióxido de carbono (CO2). Lo saben en parvulitos. Las centrales termoeléctricas de carbón solo tienen una eficiencia del 37%, y al rebote, generan cincuenta millones de toneladas de CO2 al año. A la “muy Cuca”, esta cifra vergonzante, no le parece motivo suficiente para descarbonizarnos la vida. Si hay muchas opciones asequibles en renovables para generar la luz que precisamos, ¿para qué seguir enfangados en un sistema de generación energética tan anclada en siglo pasado como su ideología de alcaldesa elevada a mística feijotera? La energía nuclear, su otra pata de la defensa del “no sé qué coños” que diría el ya famoso Boinas, es el antagonismo perfecto contra con un modelo energético sostenible. Está archidemostrado que no es económicamente eficiente, que es un puñetero fiasco económico reconocido, que también es ruinosa tecnológicamente y que suma su mierda sin discusión a un ya muy débil medio ambiente. La generación de residuos radiactivos imposibles de eliminar es su principal peligroso problema. Seguro que la dicharachera Cucurruca se perdió los capítulos de los Teleñecos donde Epi y Blas lo explicaban para mentes infantiles. A lo peor se lo perdió porque como Benjamin Button nació ancianita y está ahora de vuelta, pasando esa jodida etapa de la adolescencia donde uno se rebela contra la normalidad de la razón con un “porque sí” a flor de piel que se convierte en un NO permanente a todo lo que sea intento de normalidad homologable con Europa. Claro está, hay que reconocerlo, que Sánchez y su tontorrón gesto de la corbata se lo ha puesto muy fácil para la burla, pero todos los tontorrones descorbatados que presiden los parlamentos de esta seria cosa azul con 12 estrellas amarillas, como los meses del año, los doce dioses olímpicos, los doce signos zodiacales o las doce teclas F del teclado saben que -por pequeños gestos empiezan los grandes logros-. Es una lastimita que ese Sánchez, “el guapo”, que ha conseguido bajarnos la luz y el combustible a niveles aceptables y comparables con los más bajos del continente no sea más CUCO. ¿Le falta la mala leche o es mas de kefirizarse para facilitarnos la iluminada digestión de las ocurrentes chorraditas de su jefe de marketing? ¿La próxima será comparecer con un kalipo casero sin azúcar en cada sobaco arrellanado en el Falcón? ¡Que nos lo cuente, que no nos recuerde a los” viajados y aviejados” que en media España “cuca” es… cucaracha negra como el carbón! Ya lo sabemos. Pero, por favor, para el bien de nuestras gentes pequeñas y grandes, que se lo haga entender a esa incendiaria oposición de la negación inquebrantable con impasible ademan: Necesitamos un mundo limpio.
Nota.- Así pampanean nuestros vecinos más próximos con el tema nucleares. https://www.elespanol.com/invertia/empresas/energia/20220804/francia-anuncia-cierre-nucleares-gw-calentamiento-calor/692930797_0.html