Pongamos las cosas en su sitio sin necesidad de retrotraernos a la crueldad y los asesinatos en masa ejecutados por los aztecas y que propició que numerosos pueblos indigenas se aliaran con los españoles para sacudirse su infame yugo.
México es desde hace ya bastantes años un narco estado fallido que sostiene Estados Unidos para proveerle de drogas y mano de obra barata.
El muy indigenista AMLO se calla que a diario las mafias mejicanas roban, violan y asesinan a centenares de indígenas centro y sudamericanos (de Honduras, Venezuela, El Salvador, Colombia, etc.) que cruzan el pais buscando llegar a la tierra prometida de la rica Norteamérica. Esas huestes de desheredados a los que se les prohibe la Sanidad pública y la escolarizacion de sus hijos tienen que avanzar en grupos enormes y montarse en el tren llamado La Bestia para tener alguna posibilidad de salvarse de las mafias que les roban, asesinan y trafican con ellos.
Sumar y Podemos, adalides del feminismo que van a acudir a la toma de posesión, deberían saber que en Tijuana, El Paso y otras ciudades fronterizas es donde más feminicidios, centenares al año, quedan impunes en todo el planeta.
Y me llama la atención que los gobernantes mejicanos que tanto cacarean los robos de los españoles en esas tierras, que abandonaron hace mas de 200 años, no exijan al gobierno estadounidense que les devuelvan los Estados que les robaron a finales del siglo XIX y que coinciden con los terrenos más ricos en petróleo justo cuando se produjo la Revolución Industrial global que hizo insustituible esa materia prima: Tejas, Nuevo México, etc.
Ya lo dijo el premio Nobel mexicano Octavio Paz en una entrevista: » México fue creado por antropófagos que no han parado desde entonces de devorarse entre ellos y a sus vecinos».