Los artículos 4 y 20 del Congreso de los Diputados prevén que los electos ciudadanos, representantes del pueblo por las urnas, prestarán en primera sesión del Pleno a la que asistan el juramento o promesa de acatamiento a la Constitución. Nuestros actuales elegidos para la gloria y para cobrar el sustancioso sueldo que emana de nuestros bolsillos, lo hicieron con algunos imaginativos añadidos de -imperativos legales-, -de vacilones casi ilegales- y en lenguas vernáculas más allá del Román Paladino. Pese a refunfuñones puristas de mal perder, defensores de las franquistas esencias carpetovetónicas, se hubiera admitido tambien en Braille, en morse, en silbo gomero, en lenguaje de signos o en suajili de patera recién atracada en el estanque del Retiro. Todos, absolutamente todos, se retrataron en los medios como defensores de una Constitución en la que recordemos a los más cafeteramente republicanos que, desde 1978, los artículos referentes a la Corona, Titulo II del 56 al 65, obligan a entender y acatar las decisiones que esta resuelva, sancione o promulgue. (Alguien se las tendría que obligar a leer detenidamente, y no entiendo conveniente, -como ha dicho algún conocido mio-, que se las tatuarán obligatoriamente en las partes pudendas para poder limpiárselas decorosamente ni en la intimidad ni públicamente).
Viene todo esto a cuento de los diputados que hicieron mediáticas y físicas pellas en el acto institucional de la jura de la guapa moza Leonor. Cinco partidos hicieron visible y hasta notoria su ausencia: ERC, Junts, Bildu, PNV y el BNG. No es ninguna novedad, y es apelotantemente deplorable que estos no formen parte de actos que tengan relación con el Jefe del Estado. Faltaron también el Ministro de Consumo, la Ministra de Derechos Sociales, la Ministra de Igualdad y los parlamentarios de IU, Comunes, Compromis y Més per Mallorca. Si este desatino lo ponemos en cifras, de los legitimados por 20 millones de españoles en las urnas no se vieron representados en el acto un millón y medio frente a los 18 y medio millones que sí que aplaudieron con mayor o menor entusiasmo a la futura heredera, cumpliendo 18 abriles y jurando por obligación, que pedía “confianza en ella”. Su abuelita Sofía tuvo que ver por televisión esa demanda, porque al no estar invitado el Emérito, la Casa del Rey consideró “adecuado” no invitarla.
Muchos de los que somos tan claramente republicanos o más que los desaparecidos, nos escandalizamos con su falta de presencia. Su asistencia va en el sueldo que cobran y que se lo pagan quienes les han votado y los que no. Nos han de representar, les exigimos, con el decoro político y laboral al que presumimos están obligados. No valen razones ni objeciones ni indisposiciones morales. No les pedimos que muestren acatamiento ni sumisión. Les pedimos que se atengan a la ley que juraron o prometieron para interpretar nuestros deseos como pais, y que no abandonen su puesto laboral por la puta cara. Y ya de paso, le pedimos a Sánchez, que cuando les tenga a mano en su encuentro de socios “desleales” a la Constitución, les apriete un buen tirón de orejas por abandonar sin justificación pertinente su lugar de trabajo y de paso, en el “ay ay ay” les recuerde que algunos, muy republicanos a mucha hornra, pensamos que : ”NO ES VALENTIA NO IR A UN ACTO INSTITUCIONAL, ES COBARDIA NO IR AL ACTO Y TENER VALOR DE EXPONER PUBLICAMENTE CRITERIOS DEMOCRATICAMENTE REPUBLICANOS NO APLAUDIENDO A LA -REINA DEL FUTURO-.
¡¡¡ ¡Que se metan sus tonterías, tonturas y tontunas en el lugar donde les quepa y que seguramente no será su bolsillo tan lleno de regalías a nuestra costa!. ¡Hagan de su ocupación y su cometido un puñetero curro digno sin absentismos! Me dijo el Boinas en un alarde tras exponerle estos cabreos: ¡Bien esta lo que bien parece en la postura tan soberbia como morigerada tartufería del viejo Kant!
Siempre me gustan estos artículos del señor Toral,pero esta vez ha removido mis instintos republicanos amainados por mi superior sentido democrático y la España que vivo.
Creo pues ,que por el bien común y también por el bien de un partido que busca metas y progreso, hacer gestos individualistas para fomentar su ego personal es indefendible pues vulnera sus obligaciones prometidas al aceptar cargos que nos representan a todos y por tanto nos avergüenzan si solo cumplen los que son para su interés.
Los grandes logros se consiguen pactando y dialogando ,no con peleas que solo dan mala imagen y destruyen futuros votos con su mal obrar.
Yo que estoy mas cerca del Boinas que de J.Manuel Soto pues al menos el primero razona ,no habla con viscerales e indómitas consignas del triste pasado ,esos que al igual de dos lideres iluminados de la Capital se han precipitado en premiar al Israel en este momento tan convulso y delicado de un conflicto en el que hasta los mas poderosos se ponen de perfil para evitar prender mas mechas inoportunas.
Por la otra banda la actitud de algun@s aspirantes a lideres,que últimamente fallan mas que aciertan espantando así a muchos de sus seguidores en un momento que se necesita un gran sentido de estado y firme unidad ,pues la izquierda nunca tiene fanatismos tan acervados ,a la vista esta, como sus votos crecen o desaparecen según el trabajo que su gobierno haya demostrado,por tanto además de la ausencia protocolaria en un momento historico constitucional ,la inoportuna adhesión a un sector bélico de oriente que deja con el culo al aire al partido que les cobija señalado por una posición por la que tampoco se ha definido directamente
No olvidemos lo que costo a este país sacar pecho Abascalero en una foto de Las Azores.
Los partidos emergentes pagan caro sus errores solo ver U.P.y D o Ciudadanos ,el pueblo Español no es tan tonto y por encima de todo quiere la paz,la estabilidad,el respeto y la democracia en libertad ,así que como ciudadano progresista pido menos euforia y mas compromiso con lo prometido en el cargo.
Gracias una vez mas Señor Toral por refrescar ese sentir que según hablo con gentes como su amigo El Boinas y otras muchas,es decir»la calle» piensan así en mayoría.