La reunión organizada por VOX en Madrid de políticos representantes de formaciones soberanistas y patrióticas de toda Europa, con la presencia del controvertido presidente argentino, puede considerarse como una especie de preámbulo o muestra de intenciones y valores de la creciente disidencia contra los actuales desafueros de la UE socialista y ecologista cara a la campaña para las próximas votaciones. Una llamada a la toma de conciencia de los pueblos sobre los peligros de un futuro cercano de seguir manteniéndose las actuales políticas globalistas de la Agenda 2030, la OTAN y el NOM, perpetradas por una UE no democrática.
La próxima cita del humillado ciudadano con las cajitas mágicas es en junio. Ahora toca para el llamado parlamento europeo, una onerosa institución descomunal de poca utilidad para las crecientes víctimas de la UE. Probablemente el objetivo principal de estas votaciones es hacernos creer que la UE es una institución democrática. El Parlamento europeo carece de las atribuciones de los parlamentos nacionales de los países miembros y su utilidad principal es ser electo y disimular la mohatra.
En realidad el poder del Parlamento Europeo es muy limitado: los eurodiputados sólo votan los proyectos de leyes ya redactados por la Comisión Europea. La Comisión Europea, clave de bóveda del tenderete junto con el Consejo Europeo, es un corre ve y dile de la OTAN para la UE, y núcleo de intereses de lobbies y grupos de poder de poca o escasa virtud democrática ni filantrópica. Los eurodiputados sólo pueden emitir resoluciones que expresan opiniones que suelen quedar como un brindis al sol o a la luna. Debido al hecho que gracias a la propaganda de los media la mayoría de los eurodiputados son atlantistas, o pertenecen a la acreditada macro ganadería de Soros, las opiniones expresadas en esas resoluciones habitualmente reproducen la propaganda interesada de la OTAN y del globalismo anglojudío. A veces son muy críticas y les cierran el micrófono.
Bien mirado, el actual tenderete de la UE es el modelo político diatópico a extender. Una especie de ceremonia vacía, liturgia huera, mera representación de una farsa en la que participa como comparsa un público poco exigente o complaciente que sufre resignado los desaguisados. Y cuya manifestación estética de moda es el engendro obsceno sino satánico del festival de Eurovisión.
El Consejo de Europa formado por presidentes o jefes de Estado es quien decide el que ocupará el puesto de presidente de la Comisión europea. Hasta ahora Úrsula Von der Leyen, siniestra déspota de dilatado y abultado pedigrí de engaños y corrupción. La candidata era elegida al alimón por PP y PSOE. Una agendista malvada digna de toda sospecha que precisamente iba ser procesada a partir del pasado día 17 pero que el tribunal dócil y complaciente lo deja para más tarde, una vez pasadas las elecciones. Es posible que sea sustituida por otro personaje no menos siniestro o peligroso aunque quizás algo más presentable desde el punto de vista delictivo: Mario Draghi.
El Poder pretende profundizar en el proceso de pérdida de soberanía de los países miembros. Algo en la línea de lo que se pretende perpetrar con el tratado de la OMS. La plutocracia oculta va a fomentar la “federalización” de la Unión Europea, en detrimento de la soberanía de los Estados miembros como primer paso a su futura desaparición. Otra añagaza más.
No obstante, hay resistencia entre los que no se resignan a que les lleven al matadero. Y en toda Europa surgen movimientos de protesta contra el despotismo burocrático, ruinoso y canallesco de la UE. Movimientos como los reunidos en Madrid que son tildados de “populismo” y “extrema derecha” por los cómplices empoderados de esta deriva totalitaria, entre nosotros por los colaboracionistas PP y PSOE sobre todo. A este movimiento de resistencia contra el globalismo y de intentar mantener cierta soberanía nacional pertenece el primer ministro eslovaco que acaba de sufrir un grave atentado en lo que parecería parte de una campaña de asesinatos intimidatorios que recuerda los de Gladio perpetrados hace unos años contra ciertos dirigentes.
Además de la amenaza de la «federalización» existe otro problema muy grave a solucionar. El mangoneo impune de la enorme y corrupta burocracia socialista fabiana de Bruselas que con sus normas dificulta cuando no impide el desarrollo económico y social de los pueblos.
Ambas cuestiones están más relacionadas de lo que parecería y acabarían con la civilización europea tradicional tal como ha sido hasta ahora en la Historia.
En el reino de España la mayoría de la población no sabe ni contesta. No obstante, los colectivos sociales que más van siendo acosados por la UE y padeciendo sus políticas comienzan a ver las orejas al lobo y a identificar de dónde viene el peligro y cómo los mayores despropósitos o agresiones se perpetran con el pretexto de que se hace porque lo dice Bruselas. Pero falta una eficaz organización defensiva.
Entre las formaciones políticas que se presentan desde España la mayoría son agendistas globalitarias. Es curioso pero demostrativo de lo tramposo del sistema que la PSOE y la PP que aquí en España fingen discrepancias han votado lo mismo en el 88% en las más de mil setecientas votaciones perpetradas durante la legislatura que termina. Es decir, sirven los mismos intereses despóticos contra los derechos civiles y legítimos de lo ciudadanos y no se molestan tanto como aquí en disimular. Los verdes son un demagógico y ruinoso desastre suicida. Muchos de los eurocandidatos son fichajes de Soros. Casi todos apoyan la Agenda 2030.
Está la excepción parcial de VOX que quiere identificarse con la resistencia europea como se ha visto ahora en la reunión de Madrid aunque no parece terminar de asumir las consecuencias de ello y cuyo eurodiputado Buxadé ha venido dando la cara mostrando su disidencia o disconformidad.
Y ha aparecido una importante singularidad que recuerda un poco a la de Ruíz Mateos y que al aparecer es muy temida por el tinglado. Me refiero a la de Alvise cuya candidatura extramuros del régimen primero con su nombre y luego con el de “Se acabó la fiesta” ha sido escandalosamente saboteada mostrando una vez más la ínfima calidad de nuestro supuesto estado de derecho aunque ha demostrado una gran fortaleza o resilencia como dicen ahora.
Ambas opciones anteriores se disputarían el favor del votante crítico junto con la tradicional abstención. Pero el Club Bilderberg contraprograma con su reunión de fin de este mes en Madrid.