Por Cristina Avalaa
Desde la crisis de principios de los 90 nuestro país ha sufrido una década expansiva de crecimiento macroeconómico por encima de la media de la Unión Europea. Entre el 1 de enero de 1999 y el 1 de enero de 2002, el euro se convertía en la nueva moneda europea que, tras 132 años, sustituía en nuestro país a la peseta.
En ese año 2002 se mantiene la aceleración económica y a finales de 2005, la economía española habría completado un período de crecimiento ininterrumpido elevado, con cierta perspectiva de continuidad gracias a los aportes por la integración en la Unión Económica y Monetaria. De hecho, durante el año 2007 España lideró el crecimiento económico entre los países avanzados.
Sin embargo, en 2008 se rompen las burbujas infladas años atrás a costa del sueño de los negocios inmobiliarios en todos los países avanzados. Se descubre que las aseguradoras de bancos no tenían dinero tangible como prometían, ya que se basan en la deuda, y ello dejó a muchas entidades financieras en quiebra. Los gobiernos rescatan a la Banca, para mantener el flujo del dinero, decían, pero muchas empresas pequeñas y particulares quedaron arrastrando deudas y avales.
En 2020 llega la crisis políticosanitaria más sorpresiva a nivel mundial que resquebraja la economía de los países del primer mundo. Se obliga al confinamiento domiciliario de los ciudadanos durante 3 meses y se restringe, sobre todo, el consumo en el sector del ocio y transportes, como no esencial, afectando a otros muchos sectores indirectamente.
Sergio G. M. tiene 39 años y trabaja de técnico en una empresa de materiales reciclados. Siempre inquieto, descubrió lo caro que es para su hermana en paro mantener a sus dos hijas celíacas. La alimentación para celíacos no está cubierta por ningún seguro médico. Por eso decidió montar con toda la ilusión una panadería para celíacos en el centro de Valencia y contratar dos empleadas, una su propia hermana. Con su nómina le dieron los préstamos para emprender.
Adaptación del local, compra de maquinarias… Dicen que los tres primeros años son complicados, y en medio de tanto esfuerzo vino el confinamiento. Los proveedores entraron en ERE y Sergio tuvo que cerrar. Vendiendo las máquinas pudo pagar a su hermana y a la otra empleada, pero no le alcanzó para pagar la deuda de 130 mil €. Se queda sin su negocio y con un sueldo de 1700 euros. Un banco le denuncia y la sentencia es ejecutar un embargo en su nómina. Y quedan otras deudas…
“De repente te conviertes en un muerto social. Dejas de existir. Ya no vas al gimnasio, ni puedes socializar con tu círculo habitual. Solo sales de casa para trabajar. Contestas: no puedo, estaré liado a todas las invitaciones, baja tu nivel de vida hasta el suelo, al lado de tu moral. A esta edad, tu familia te ve sufrir y te ofrece algo de ayuda. En realidad, quieres pagar las deudas, pero el día 5 se acaba el sueldo, los intereses del banco aumentan, las llamadas de las empresas de recobro ejercen una presión insoportable. Intentas pedir a prestamistas para pagar a bancos.
Dejas de comprarte ropa, de usar el coche, si toca el seguro lo devuelves, retrasas, fraccionas; dejas de ir a bodas, cumpleaños, te agobias, vas a quedar fatal, otra vez. No puedes dormir, y ves que no puedes vivir así. Y ya, vas al psicólogo porque crees que tienes ansiedad o depresión”.
Fuimos educados para asumir responsabilidades económicas para mejorar nuestra vida y la de nuestra familia. Gente trabajadora de toda la vida ahora se avergüenza, no consigue ver la luz al final del túnel, y aumentan los suicidios durante estos dos últimos años…
Sergio conoció la ley de la segunda oportunidad buscando una solución. Se le ha paralizado el embargo sobre la nómina y está en proceso la quita de todas las deudas.
¿Quién conoce la ley de la Segunda Oportunidad?
Sabemos que se han acogido a ella empresarios como Donald Trump, Steve Jobs, ya que en EEUU existe desde 1789, y en España algunos personajes públicos también la han necesitado, pero vamos a respetar su intimidad.
Desde el año 2015, Europa obliga a todos los estados miembros (incluido España, lógicamente) a que exista una Ley de Segunda Oportunidad para salvar de situaciones extremas a los ciudadanos que lo necesiten, mediante la refinanciación de las deudas, con una cuota que las familias puedan asumir según sus ingresos actuales.
Además, es coherente y obligatorio legalmente, teniendo en cuenta que se ha rescatado a los bancos con dinero de todos los europeos.
Desde 2015, que entró la ley en vigor, ningún gobierno español y apenas algún medio de comunicación, mencionan esta gran Ley de la Segunda oportunidad. En otros países la promocionan de forma positiva en medios de comunicación y a través del propio Gobierno. En España tenemos la sensación de que los medios tienen motivos para no hablar de este tema.
Mientras, en España solo se han cancelado deudas de una media de 12 mil personas, en el resto de Europa los números son increíblemente superiores.
Italia.-550.000,Francia.-310.000,Alemania187.000 y UK 165.000 personas.
A cualquiera le puede ocurrir quedarse sin trabajo y ser incapaz de afrontar los pagos de las cuotas de préstamos, hipotecas o tarjetas de crédito. En otras ocasiones puede ser que cambien nuestras circunstancias vitales y nos veamos en una situación de crisis financiera como, por ejemplo, un divorcio o la jubilación. O una situación extraña, como una crisis política o sanitaria. En definitiva, pasar apuros financieros es una situación en la que, desafortunadamente, cada vez se encuentran más personas.
Es importante destacar que el objetivo de esta ley no es otro que permitir lo que tan expresivamente describe su denominación: que una persona física, a pesar de un fracaso económico empresarial o personal, tenga la posibilidad de encarrilar nuevamente su vida e incluso de arriesgarse a nuevas iniciativas sin tener que arrastrar indefinidamente una losa de deuda que nunca podrá satisfacer.
También la experiencia ha demostrado que cuando no existen mecanismos de segunda oportunidad se desincentivan los emprendedores y creadores de empleo para tener nuevas iniciativas, y peor aún, sentir esa desprotección fomenta la economía sumergida. Ya se ha visto en otros países que los mecanismos de segunda oportunidad son favorecedores de una cultura empresarial, y esto siempre redundará en beneficio del empleo.
¿Qué dice la Ley de Segunda Oportunidad?
“Primero se vive, luego se paga”. Los primeros mil euros (mínimo) son para vivir y ninguna entidad financiera puede reclamarnos pagos si no tenemos ingresos suficientes para vivir y ahorrar, es decir, debemos pagar nuestras deudas solo tras haber cubierto las necesidades mínimas de nuestra familia, (comer, colegios, ropa, transporte, etc.).
Requisitos: No tener antecedentes penales por delitos socioeconómicos, que la deuda no supere los 5 millones de euros y no haber contraído las deudas de mala fe.… El 99% de los españoles que no llegan a final de mes cumplen estos requisitos.
Tenemos derecho a reclamar abusos bancarios, refinanciar deudas, salir de ASNEF, cancelar deudas con ley de Segunda oportunidad, como particulares o empresarios.
Es muy importante saber que, desde la presentación de la solicitud, se prohíbe iniciar o continuar ejecuciones por un plazo máximo de 3 meses, sobre el patrimonio o salario del deudor mientras se negocia el acuerdo extrajudicial, que conlleva a la iniciación del procedimiento por los cauces habituales que otro día contaremos.
No es una estafa. Es una ley, y si tu banco no acepta una refinanciación, se pueden cancelar deudas con la Ley de la Segunda Oportunidad.
Es definitiva la buena elección de los profesionales que lleven tu caso. La experiencia jurídica en este tipo de procedimientos es que en el 90% de los casos se cancelan las deudas sin pagarlas, y en el 10% se consigue reducir la deuda que los bancos refinancien a unas cuotas que el cliente pueda pagar.
Debes consultar tu caso concreto y recomendar a quien crees que lo pueda necesitar.
Tener deudas ya no es perseguible.