Dos farmacéuticos y una enfermera del hospital de Barbastro, en Huesca, España, realizan un estudio entre los fallecidos que se produjeron en el estado de alarma y concluyen que “la vacunación antigripal de la campaña 2019-2020 con la vacuna adyuvada podría estar asociada a un riesgo 6 veces mayor de fallecimiento por COVID-19 en mayores de 65 años”. El estudio se llevó a cabo sobre todos los fallecidos oficialmente por Covid-19 en la mitad oriental de la provincia de Huesca (Sector Barbastro) y en una residencia de ancianos de la otra mitad occidental (Sector Huesca).
Según los farmacéuticos, Juan Gastón, Elisa Sahún y Ana Martínez, los fallecimientos por Covid-19 se deben “al efecto adverso secundario a la inyección de polisorbatos, que son unos emulsionantes usados como excipientes en medicamentos como la vacuna antigripal adyuvada y la antineumocócica, así como en algunas insulinas y fármacos oncológicos y biológicos”.
Puestos al habla con los autores de este estudio, mostraron interés en que algún hospital más pudiera complementar su estudio y mostraron su preocupación ante la posibilidad de que en la vacuna de Oxford se encontraran polisorbatos. Hay que recordar que en la vacuna de Oxford, de la que el gobierno español ha comprado 30 millones de dosis, ha habido dos casos de reacciones adversas muy graves entre los pacientes que la estaban probando.
Recordar también que las 9 farmacéuticas que lideran en Occidente las investigaciones de la vacuna del Covid-19 – representan en bolsa 1 billón de euros -, publicaron un comunicado conjunto comprometiéndose a concluir satisfactoriamente todos los ensayos clínicos antes de distribuir la esperada vacuna.
Mientras tanto, los chinos, según leemos en La Vanguardia, distribuirán dos vacunas en diciembre que ya han probado “cientos de miles de personas”. Dichas vacunas, informan, no han tenido efectos secundarios re inmunizan durante 3 años. Las vacunas son obra de una filial de Sinopharm
Volviendo a Barbastro y la investigación de campo realizada por los farmacéuticos y la enfermera, y aún habiendo datos significativos, como es que en la residencia donde se hizo, de 25 fallecidos, 24 se hubieran vacunado de la gripe, la falta de dimensiones de la investigación invalida, según ha comunicado el hospital, su credibilidad. Por su parte, inmunólogos del CSIC lo han tachado de hipótesis de trabajo.
En cualquier caso, sus autores continúan su trabajo mientras esperan que alguien complemente su interesante y aleccionador trabajo.