Antonio Garamendi representantonton de los presidentestestes de las empresas del IbeXXX ha afirmado que le “inquietantantan” planteamientos que considera de “ruptura social”: “No pueden hablar de ricos y pobres, no se puede hablar del -Gobierno de la gente-”. Feijóo por su parte, ilustrándonos con su seca moderación de lechuzo, nos advirtió desde la galleguidad de las escaleras de -subeybaja- : «Los que más aportan tienen que tener más ayudas y los que menos aportamos, pues no tenemos derecho a tener un IVA reducido para la compra de un coche cuando viajamos tres. Aún queda una plaza más e incluso dos». Absortos y exhortos castañeros, donde los haya, estos dos sujetos en una singular cruzada contra la inteligencia, se agarran a su marrón argumentario como piojo al pelo. Garamendi, para quienes tengan dudas, es un helado jesuita modelo -Calippo de castaña- en busca de un preservativo pop para «dar por culo» sin fecundar. Feijoo es la lechuga de la viral foto Truss esperando marchitar su lascivo verdor de castaño de indias contra nosotros ciudadanos medio indios brexitizados. Este seco otoño sin aguas, impuesto arriba o abajo, deja las castañas huérfanas y sin ganas de hacerse puré para acompañar guisos de restaurante con muchos tenedores. No están los tiempos para florituras gastronómicas porque “con lo de comer no se juega”. Son castañas, las que nos sirven estos sujetos que menean nuestros designios, con intenciones pilongas, que eran esos hermosos frutos cobrizos que las abuelas curaban al humo y que se comían arrugados y secos como piedras. “Castañas pilongas duras de roer”, me dijo el Boinas nostálgico. Luego me botanizó las meninges describiéndome los cuatro tipos de castañas que los humanos podemos digerir sin -irnos de vareta-: Castanea sativa, Castanea mollisima, Castanea dentata y Castanea crenata. También me dio a conocer que el aroma de la flor macho del castaño es idéntico al del semen humano. (Esto me dejó muy preocupado. La verdad.) “Los que más que rurales somos de granja sabemos de estas pilongadas y de este tipo de -pilongos asustaguajes-”, dijo subrayando su desconocida y epatante erudición. “Sativa significa cultivada, mollisima suavísima y la dentata … mordiscona. Las creonadas, que son las de estos memos que nos amenazan desde el pulpito político, tienen las hojas oblanceoladas, un tipo de follaje muy curioso. En los alrededores de Corbillo, comarca de los Oteros, lo llaman “follaje limpiaojetes”. Y a continuación casi sin pausa me recitó las dos partes fundamentales de la canción popular leonesa que yo casi no recordaba: — Los titos de Corbillo son duros de cocer, con agua de goteras dicen que cuecen bien. Los titos de Corbillo son duros de cocer los echan en el pote y echan a correr—. Pues eso. Lo que decía mi abuela: Otoño caliente lleva al demonio en el vientre.