Cuando las hipérboles del PP se hacen ruido ensordecedor en el Congreso y la bancada gruñe golpeando con inusitada ferocidad maleducada las maderas de los pupitres, nos sentimos avergonzados los ciudadanos de a pie que pagamos sus sueldos de servidores públicos, esperando ejemplos de cortesía, educación y buen criterio para la educación empática de nuestros ciudadanos más montaraces y menos comprometidos con la democracia. En los documentales de La 2 he visto lobos atacando a otros animales con más humanidad y menos furia que esta gente el mismo día que se votaba positivamente legalizar la matanza de estos animales. Ver jaleando la jauría a ese topillo obeso que hace de portavoz, le echa al fango a uno la esperanza en la dialéctica parlamentaria, en la razón y en el futuro cercano. Los lobos-señorías son gregarios de reala hambrienta en el “ppensamiento” único, y les pone absolutamente histéricos, más que su desbarrancamiento al chorco*, el ver como otros partidos chocan comprometidamente su firme libertad de elección y lectura de lo que políticamente defienden como necesario, desde puntos de vista diferentes y a veces antagónicos de una manera natural y democrática.
Más allá de abundar en el bochornoso espectáculo que nos ofrecieron esta PPatulea, es cierto tambien que no todos secundaron esa algarada fuera de lugar, aunque sería inexcusable no destacar el papel de un impresentable fugadista tránsfuga reconocido llamado Sergio Sayas. Hemos de sumar a lo catastrófico en la jornada de marras que se derrotara al Estado en algo que durante mucho tiempo han coincidido en acuerdo parlamentario TODOS los partidos, para perpetrar una venganza que se nos antoja llena de indigerible mierda (sin perdón). El fiasco que pospone, con la que está cayendo, una indispensable Agencia Estatal de Salud Pública, es un fracaso que nos desprotege ante posibles nuevas eventualidades tan graves o peores que la pandemia que padecimos y eso , hasta los más tontos del pueblo y los más haters activos de la patria despistada, lo han encontrado estrambótico y a la vez esclarecedor de los criterios que se gastan esta rara especie de discutidores Hooligans Ilustrados, legitimados por los votos ,y que nunca creyeron sea mucho mejor debatir una cuestión sin tramitarla, que tramitar una propuesta sin deliberarla.
Hay dias que es excesivamente cansino ver los –telefiarios- de cualquier cadena, donde no se duda en mostrar imágenes tan preñadas de estulticia como para no fiarse de quienes dictan nuestras leyes, o por lo menos para ponerlas en cuestión. Nada de lo que se muestra que ocurre en el hemiciclo es ingenuo nunca. Nada es poco significativo si se observa con leve detenimiento. Nada ya nos sorprende de esta -realidad como espectáculo- para seguir con aburrida resignación. Nada nos aleja tanto de lo que se celebra y nos hace tan refractarios a los discursos de quienes nos representan. Nada es inocente en su pasar por nuestra entendedera, que ya se resiste al análisis crítico y nos aleja de los viciados discursos. Y así, al borde de ese abismo donde nos consideramos embaucados como ciudadanos, no nos quedan vigores para digerir esa rabiosa y estudiada forma de hacernos creer que nuestro voto solo vale para sentarlos en las poltronas. Nuestra fe en ellos la han manipulado con sus pataletas de pataletos, al punto de que hemos somatizado el certero claim de Twain que viene al caso: es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla.
El descrédito y la desafección de la política ya es tristemente notable entre los votantes, y hace patente el desánimo que se produce cuando estos padres putativos de la patria, unos centímetros más allá de sus aulladas frases, concentran su actuación en desgastarse mutuamente, a sabiendas de que la primera víctima de este sistema caníbal es la propia política. ¡¡¡Lo están consiguiendo!!!
*Chorco : Es una trampa leonesa cuyos muros de piedra convergen en un foso para dar caza a los lobos.