Susana Ortíz: “Aquello es una tortura psicológica y emocional para Virginia y para nosotras”
Virginia Ortíz confiesa a su hermana sentirse atrapada en un cuerpo infectado – vive bajo la amenaza de que le amputen varios miembros -, atrapada también en un hospital, el Puerta de Hierro de Madrid, cuya dirección no admite que le apliquen ozonoterapia. No hace mucho, el doctor Pedro Chávez, de México, contaba en MM que ellos habían recuperado una pierna con gangrena utilizando también el polémico CDS. O sea, que por haber parece que para Virginia podría haber soluciones más allá de las terapias habituales que aplica la medicina, aunque el ozono como es sabido se aplica en numerosos hospitales, sobre todo para el dolor. En el caso del ozono, ahí está el reciente de Juan Francisco Martí. Los médicos le dijeron a su esposa que su futuro era el peor y tras someterle a 54 sesiones de ozonoterapia, ayer, precisamente ayer, estaba en la calle, regresó a casa. Ahora la UCI es un mal recuerdo.
Pues bien, si queremos que Virginia Ortíz tenga un futuro mejor del que pintan las actuales circunstancias, los directores del hospital o el juzgado, que también le ha negado el ozono, tendrán que ponerse en marcha. Una vida está en peligro. Y que los implicados no olviden que ellos o sus familiares podrían estar algún día en la cama que ocupa Virginia. ¿Qué harían entonces? Susana, lo que ha hecho es denunciar en los tribunales a los máximos dirigentes del hospital Puerta de Hierro. La denuncia está en fase de admisión.
Nos cuenta esta historia, de arriba abajo, Susana Ortíz.
ENTREVISTA EN VÍDEO
CLAVES DE LA ENTREVISTA
Mi hermana Virginia acudió a urgencias de un hospital privado de su mutua. Tenía un ataque de tos, ella es alérgica. No sé qué pasó ahí (cuando ella esté en condiciones tendrá que pedir su historia clínica), que la ingresaron y comenzó a desencadenar un cuadro médico de terror, con venas porosas y problemas cardiacos y circulatorios.
La tuvieron que trasladar de urgencias del hospital Puerta de Hierro – los médicos dijeron que llegó intoxicada -, donde la conectaron a un ECMO durante 21 días, pero como había riesgo de que tuviera trombos por todo el cuerpo, y en un momento dado, como el corazón le funcionaba solo al 10 por ciento, hubo un momento que ofrecieron desconectarla porque no sabían si había daños neurológicos. Y ahí comenzó la primera batalla contra la familia, mis hermanos entraron en un conflicto, salieron todos los miedos y no sabían qué hacer con ella. Yo me cuadré y dije que no se desconectaría. “Seguimos adelante pase lo que pase”. Y seguimos adelante, Virginia se ha ido recuperando, soportó la desconexión y milagrosamente no hay daños neurológicos. Le hicieron un escáner y está perfecta. Sus órganos vitales van recuperándose poco a poco.
Recuperarse con un corazón que trabaja al 10% es un milagro. Estoy muy agradecida a los cardiólogos del Hospital Puerta de Hierro porque la traído de la muerte, porque Virginia estaba más al otro lado que a este.
Se va recuperando, pero claro, la maquinaria, la enfermedad, y lo que le hayan dado le han generado trombos en las piernas, tiene necrosis a nivel de dos piernas y una mano. Parece ser que la mano se podría recuperar. Pero aquí no se amputa nada, vamos a salvar lo máximo posible.
Desde el hospital, la única opción que nos ofrecen es la amputación a nivel alarmante, por encima de la rodilla, eso supone dejarla de por vida en una silla de ruedas. Y una vez más me cuadré y dije “NO se amputa”.
Pedí terapia compasiva con ozono porque además hay clínicas vasculares que lo están utilizando para mejorar la gangrena y, bueno, que si se amputa es por el pie. No tiene nada que ver la calidad de vida porque si le amputan por encima de la rodilla se queda en una silla de ruedas de por vida. Entonces le pedí la terapia compasiva al hospital, pero el Hospital Puerta de Hierro la rechazó negando que yo sea la representante de mi hermana.
Pero entre todo este drama dos días después del ingreso de mi hermana en el hospital, a mi padre le dio una bajada de oxígeno y acudió a otro centro hospitalario (no digo nombres porque hay acciones legales en curso) le ingresaron por no sé qué… ¿Y que hicieron con él? Era un hombre que no tomaba pastillas, así que estaba muy bien, pero a los diez días murió. Todo eso está en manos de médicos forenses y otros médicos y todos coinciden que ahí pasó algo. Mi padre era un hombre totalmente sano, con 84 años cronológicos, pero muchos menos biológicos, con un sistema inmune muy decente, mi padre no tomaba ni una pastilla.
La tutora legal de mi hermana inconsciente era mi madre, pero evidentemente una señora de 80 años estaba incapacitada por el impacto emocional que estaba viviendo.
Entonces yo asumí la representación legal, pero el hospital constantemente me niega, rechazando mi representación cuando el resto de hermanos, aunque algunos no estaban de acuerdo, no presentaron oposición. El hospital solo se agarraba a eso, no se pronunciaban sobre la ozonoterapia.
Cuando mi hermana despertó me grabó un vídeo en el que me daba a mí el poder para ser su tutora. Aún así también lo han negado, no quieren saber nada. Así que me puse en manos de un abogado que lo presentó al juzgado y hace 10 días, después de 2 días de espera, la juez se ha pronunciado en contra alegando que hay conflicto de intereses entre lo público y lo privado, cuando siempre tiene que priorizar al paciente tal como dice el Convenio de Oviedo. Ahora tenemos que presentar alegaciones, lo que supone que esto se pueda alargar un mes más. Y mientras tanto, mi hermana está en el hospital y no mejora, está estable. Pero aquello es una tortura psicológica y emocional para ella y para nosotras. Cada día que vamos allí salimos destrozadas porque vivimos con la angustia de que los médicos nos dicen que ella tiene muchos focos de infección, tiene muchos tubos conectados ya sea porque le sacan sangre cada día, le ponen la diálisis, la medicación, el respirador… A lo que se suma la posibilidad de la gangrena. Ellos nos dicen que hay que amputar para que no se produzca una sepsis. Nosotros les decimos que si han aguantado mes y medio pueden hacerlo más tiempo. Cada día que volvemos lo primero que miramos es si tiene fiebre, porque cada día tiene fiebre.
Los médicos no se oponen al ozono. Los cardiólogos del hospital son increíbles y no se oponen, ellos dicen que solo obedecen. Si de arriba les llega la orden de que tienen que aceptar el ozono, obedecen. Pero desde arriba no se pronuncian. Está todo en manos de no sabemos quién.
Mi hermana habla, es consciente. El otro día le comenté la situación en la que estaba y que querían amputarla. Ella dice que quiere salir de allí, sabe que fuera tenemos recursos. El doctor Gabriel Ruiz está dispuesto a aplicarle el ozono, está disponible. Y hay otro médico en Valencia que está dispuesto a hacerle recuperación vascular.
Mi hermana está muy delicada, depende de la diálisis, no come por sí misma. Ahora mismo sacarla es un riesgo. Se agota respirando. Estamos atrapados, no podemos salir. Los médicos nos instan a trasladarla a un hospital que tenga UCI y ozonoterapia, pero con la experiencia de nuestro padre no me fío de nadie, solo confío en los cardiólogos del Puerta de Hierro. No sabemos qué hacer.
Ella solo quiere salir de allí, no quiere pensar en nada más.
Ellos hicieron la prueba del COVID y dio positivo, pero un día antes se la hizo y dio negativo.
A los médicos les hemos pedido que aceleren su recuperación para sacarla cuanto antes del hospital y están trabajando al máximo, están haciendo muchas pruebas para acelerar su salida, pero en qué condiciones porque está muy delicada. Y todo esto lo está decidiendo la dirección, la gerencia, no sé quien más.
Curiosamente el Hospital Puerta de Hierro ha sido un referente en investigación y hace algo más de 20 años utilizaban (tal como recoge su libro del 40 aniversario) la cámara hiperbárica para el tratamiento de la gangrena gaseosa. Y todo eso desapareció, según me dijo el cirujano, porque en el año 2006 entraron los cirujanos vasculares.
Ella lo vive como una tortura. Los médicos y enfermeras son encantadores, no hay queja alguna con el equipo sanitario, pero ella se siente atrapada en su cuerpo porque no se puede mover y atrapada en el lugar porque no te dan una opción de recuperación rápida. Nosotras también sufrimos una tortura psicológica y emocional.
No entiendo por qué no aceptan la ozonoterapia cuando es un derecho del paciente el de elegir su propio tratamiento.
Y en cada rechazo en la aplicación del ozono van poniendo en peligro la vida de mi hermana por posible infección y sepsis.
La verdad es que me gusta mucho más el CDS que el ozono. El cual actúa indiscriminadamente contra el conjunto celular. El CDS es sustituible con la ingesta de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) de grado alimentario. En este caso, al igual que sucede con el CDS, es la cantidad mínima usada lo que determina que el veneno se convierta en medicina.
También me gusta más elevar el PH >8.0 mediante la ingesta de bicarbonato sódico, que la ingesta de peróxido de hidrógeno. La plata coloidal carece de toxicidad alguna y ofrece servicios paralelos a los compuestos anteriormente indicados.
Lo que sucede, a fin de cuentas, es que alguien propio o extraño, tiene que asumir la responsabilidad de suministrarle la cura al enfermo. Cuando ni unos ni otros pretenden asumirla por razones diversas, la solución queda sin ser administrada.