Hace unas semanas Andreas Kalcker anunciaba en una televisión boliviana que ya se había publicado un ensayo clínico sobre la efectividad del dióxido de cloro en el coronavirus y que el resultado era positivo. Hoy, la doctora Ana María Suxo revela que su país no está de acuerdo con ese ensayo y que se retiró en su día, concretamente el día 26 de febrero, antes de que la publicación saliera a la luz. La epidemióloga Suxo, que figura entre los autores del ensayo mencionado, revela que han enviado cartas a la revista donde se publicó el ensayo para anular su participación, pero que no han recibido aún respuesta. Curiosamente, en la revista ni se ponen al teléfono.
Estamos ante un interesante episodio más, probablemente muy polémico, del azaroso devenir del dióxido de cloro. No se lo pierdan. ¿Qué está pasando? La semana que viene, Andreas Kalcker – quien ha confirmado la entrevista solicitada por MM -, responderá a todo lo que aquí y ahora se plantea.
ENTREVISTA EN VÍDEO
LAS CLAVES DE LA ENTREVISTA
Con el coronavirus estamos en una meseta que ni sube ni baja. Es llamativo porque los países limítrofes tienen un alza, no lo pueden controlar, pero que aquí si se está controlando. Creo que se basa en la asunción de responsabilidades de la población, las prácticas de la medicina tradicional, la ivermectina, el dióxido de cloro…
A pesar de tener la ley promulgada a nivel de gobierno, lamentablemente el sistema de salud nacional con sus cuatro subsectores, el público, el privado, el de la Seguridad Social y otros, que están en las fuerzas armadas, la iglesia, etc., aún no se han incorporado protocolos de atención con dióxido de cloro.
La población acude principalmente a estas formas y prácticas en forma preventiva para poder autoadministrarse. Los propulsores del dióxido de cloro tenemos doble responsabilidad de seguir informando la importancia que tiene el seguimiento médico y, siempre con vigilancia médica, la administración de cualquier medicamento de cualquier sustancia, no solo el dióxido de cloro.
El dióxido de cloro lo fabrican universidades a las que se ha sumado la Escuela Militar de Ingeniería, que depende de las Fueras Armadas. Y además tenemos la Asociación de Productores Responsables del Dióxido de cloro que están aplicando controles para certificar la garantía de la producción.
Realizar ensayos clínicos es un compromiso de las universidades. Pero tenemos el problema de que el comité de ética no es aprobado por el Ministerio de Salud. Como COMUSAV hemos pedido 3 comités de ética para 3 estudios muy encaminados en el marco de la norma que tenemos en el país.
En un inicio se diseñó un estudio no controlado, multicéntrico y abierto. Así ha sido aprobado por el comité de ética, y se fue compartiendo la información con el doctor Eduardo Insignares. En el momento en el que nos informan que ha sido cambiado el protocolo y algunos elementos más, yo le manifesté personalmente – era la responsable de coordinación con el equipo investigador -, que no estaba de acuerdo porque contravenía disposiciones de la norma nacional, y que debería informar al equipo boliviano y hacer un informe al comité de ética. La doctora Patricia Callisperis también mostró su desacuerdo de modificar el protocolo, pero se decidió no hacer nada hasta después de un Congreso que teníamos que organizar. Sin embargo, no nos dio tiempo porque lo siguiente fue que el estudio estaba publicado. Ahora, vamos a exigir la aplicación de la norma.
Estamos en desacuerdo con muchos aspectos, desde la descripción de la autoría, no ha habido una solicitud oficial de cambio de protocolo, y en ese sentido hemos enviado dos cartas a la revista donde se publicó el ensayo y no hemos obtenido respuesta alguna.
En las cartas le decimos que ante un anuncio por un medio de prensa el señor Kalcker estaba informando acá, en Bolivia, que el ensayo ya está publicado y nos alarmamos. A la revista le decimos que nosotros deberíamos consensuar la autoría y que Bolivia se estaba retirando y deberían respetr esa situación. Cuando tuvimos conocimiento de la publicación escribimos una segunda carta a la revista especificando que deberían aclarar la situación en el sentido de que los criterios para colocar la autoría en esta publicación no eran correctos. No se estaban cumpliendo los criterios para que nosotros aparezcamos como autores
Nos llama la atención no haber tenido respuesta a la primera carta. No tenemos la certeza de que haya llegado la segunda carta, que enviamos por DHL, que ya nos informará si ha sido entregada la carta, aunque hemos optado por otros medios para hacérsela llegar. Y finalmente vamos a tener que optar por alguna persona que les haga llegar en mano estas dos cartas.
Hay otro tema que nos llama la atención es que si bien ha participado, además de Bolivia, Ecuador, Méjico,… no aparecen en el listado de colaboradores. Solo la autoría refrenda que este estudio ha sido llevado a cabo por el doctor Eduardo Insignares, la doctora Blanca Bolaños y las 4 personas de Bolivia, entonces haciendo una lectura del texto indican que tanto el grupo control como el grupo de casos están siendo conformados por pacientes que han informado los otros países, pero nos llama la atención que dentro del estado de colaboradores no estén mencionados los profesionales de esos países.
Bolivia es el país más interesado en conocer los resultados y por lo mismo nosotros hemos accedido a las universidades. El nivel académico y científico que tienen las universidades es alto, y entre ellas está la universidad de San Simón de Cochabamba que ha obtenido financiación para hacer este tipo de estudios.
No estamos de acuerdo con el estudio firmado por el doctor Insignares por un tema ético.
Otro tema que nos llamó la atención y se lo dijimos al doctor Insignares es que estaban pagando una fuerte suma de dinero para la publicación del ensayp
Me ha llamado la atención que esta revista no aparezca entre los cuartiles que tenemos de las publicaciones médicas.
Quiero aclarar que los paceintes que nosotros habíamos informado realmente han sido dados de alta con una mejoría muy significativa en su estado clínico con la administración del dióxido de cloro.