«Las grandes farmacéuticas dicen que un producto que sirve para aplicar en diferentes enfermedades no sirve para ser comercializado, y por eso el DMSO, Dimetil Sulfóxido, no está comercializado, no lo veremos en farmacias», nos dice el farmacéutico Enrique Ramón Gómez. Para obtenerlo hay que utilizar otras vías, fundamentalmente las de la veterinaria, donde es muy usado, y en el mercado negro, donde lo puedes encontrar también de gran calidad o de mala calidad, lo que lo hace peligroso. Hay que tener cuidado con su manejo, advierte nuestro invitado, pero no hay que dejar de utilizarlo si se tienen sobre todo problemas articulares o de discos, en la espalda. Es el gran antiinflamatorio que viene de los árboles, de allí se obtiene.
El ingeniero farmacéutico Enrique Ramón Gómez, que ha trabajado años en alguna de las grandes farmacéuticas, considera que el DMSO, debido a su efectividad en no pocas dolencias, es uno de los productos alternativos que hay que tener en nuestro botiquín.
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