En el nacimiento hay ecografía tridimensional, hay parto dirigido, epidural… ¿Por qué no se pone la misma calidad, ternura y comprensión en el proceso de la muerte? Para eso hay que domesticar al miedo.
Oncólogo clínico 20 años, la muerte despierta en él tal curiosidad que salta a la rama de los cuidados paliativos y comienza a estudiar y analizar la muerte como otros hicieran en su momento con los nacimientos, ese otro gran momento del ser humano. Lo aborda no desde el campo de la religión sino del empirismo, de la misma ciencia. “No somos ni religiosos, ni esotéricos ni naifs, somos científicos”, le dice a Marcela Caldumbide. También le advierte que “La muerte no es una enfermedad es algo que nos pasa a todos y para lo que no estamos preparados”.
¿Está usted preparado para ese inevitable momento? Ni usted ni nadie, verdad, ni siquiera Enric Benito, a pesar de que nos lleva años de delantera.
VÍDEOENTREVISTA
CLAVES DE LA ENTREVISTA
Los médicos sabemos de bioquímica, de fisiología…, pero no de la rabia, la tristeza… Ni en la enfermedad crónica ni en la mental, o en la discapacidad, o el proceso de morir sirve para nada el modelo científico. En estos casos la realidad y la ciencia no se entienden.
No hay una forma única de morir, pero si se pueden ver algunos patrones bastante interesantes.
Si no te planteas que la muerte es algo que te va a ocurrir seguro vivirás una vida bastante superficial. Si te das cuenta que eso te va a ocurrir te ayuda mucho porque el morir es el maestro de la vida.
La muerte no hay que ponerla ni delante ni detrás sino sobre el hombro izquierdo, como si fuera un loro de estos que llevan. Y cuando te pasa algo gordo miras al loro y le preguntas: ¿Qué importancia tendrá esto en el momento que me tenga que ir? Te pone en tu sitio, se acaban las tonterías.
Morir no duele, pero el miedo y la ignorancia del proceso, no haberte preparado, lo hace más difícil.
No soy una persona religiosa, soy experiencial porque mi aproximación es empírica. Lo que estoy hablando es lo que ha aprendido con cientos de personas cuando se van.
La muerte es el momento de máxima autenticidad.
Todas las grandes tradiciones de sabiduría hablan de lo mismo.
Me he dotado de información para saber qué pasa cuando alguien se va.
Putin es un ser humano que ha olvidado su condición humana y se convierte en un monstruo para sí mismo y para los demás.
El sufrimiento es la resistencia al presente, a lo que tiene que ocurrir. Eso que hay no me gusta, que me lo cambien. El sufrimiento depende de tu miedo, de tu ignorancia… ¿Qué es lo que hace que no sufras? La aceptación de la realidad. A partir de aquí hay un cambio de nivel de conciencia.
No es algo romántico, fácil, ni nacer ni morir es fácil, pero está bien organizado y después tiene otra dimensión trascendente.
Algunos enfermos antes de irse están entrando en ese nivel de conciencia, de trascendencia, de sanación, de paz.
La sedación baja el nivel de conciencia para que esta persona haga su proceso sin tantos aspavientos.
Hay muchas maneras de irse y los sanitarios y las familias tienen que adaptarse a las posibilidades de cada caso. No hay una norma.
Como profesional lo que hay que hacer es aliviar el sufrimiento. Si los fármacos bajan el nivel de conciencia no pasa nada, porque la conciencia no se puede bloquear con química.
En enfermos con deterioro mental, como el alzheimer, un 60 por ciento unas horas antes, o días, se conectan, se despiden. Eso está por explorar y conocer.
La materia no existe como tal, hay energía, información y conciencia. La realidad es consciente.
La conciencia no tiene limitación ni espacio.